Una encuesta de Gallup que involucró a 177.000 adultos de Estados
Unidos, demostró lo que muchos inversores han estado gritando por algún
tiempo: Para la mayoría de los estadounidenses no hay recuperación
económica
Mientras que economistas, funcionarios gubernamentales y expertos
de medios de comunicación discuten sobre si una recuperación finalmente
está avanzando en EE. UU., las pruebas sobre el terreno ofrece una
visión clara sobre hacia dónde se dirige el país.
Una encuesta de Gallup que involucró a 177.000 adultos de Estados
Unidos, demostró lo que muchos inversores han estado gritando por algún
tiempo: Para la mayoría de los estadounidenses no hay recuperación
económica.
Luego de haber perdido 40% de sus riquezas, millones de empleos, sus
viviendas, y con los precios en todos los grupos de productos clave,
como alimentos y energía, aumentando constantemente, las condiciones
económicas actuales de EE.UU. se sienten más como una depresión en vez
de una recuperación.
Según la nueva encuesta, casi uno de cada cinco estadounidenses
informan que ha habido al menos una vez en los últimos 12 meses en los
que no tenían suficiente dinero para comprar los alimentos que ellos o
sus familias necesitaban. En algunas partes del país es aún peor.
En 15 estados, al menos uno de cada cinco estadounidenses afirman que
lucharon para proporcionar el alimento que necesitaba por lo menos una
vez durante los últimos 12 meses. A nivel nacional, el 18,2% de los
estadounidenses de lo que va del 2012 dicen que ha habido momentos en
los que no podían pagar los alimentos que necesitaban, a la par con el
18,6% que tenía problemas para pagar los alimentos en 2011.
Con los beneficios de asistencia alimentaria nutricional promedio de
alrededor de 500 dólares para una familia necesitada, los 48.5 millones
de estadounidenses con cupones de alimentos y los otros 50 millones
recibiendo alguna forma de asistencia social del gobierno o distribución
de red de seguridad, pronto podrían encontrarse en una lucha aún mayor.
¿El culpable? El aumento de precios en todas partes. Bienes
esenciales como la comida y el gas son un factor impulsor significativo,
especialmente mientras cada vez más los estadounidenses pierden sus
empleos o beneficios por desempleo. Mientras la Reserva Federal continúa
expandiendo la oferta monetaria y el crecimiento de la población en los
mercados emergentes pone una mayor demanda en la disponibilidad global
de recursos, la única dirección de los precios es ir hacia arriba. Junto
a la peor sequía en 50 años, las cosas pueden empeorar aún más para los
estadounidenses el próximo año.
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