Un grupo de médicos en Nueva Zelanda hizo público el informe
de la causa por la que falleció una mujer treintañera en el año 2010, en
el cual el resultado es rotundo, pues la muerte se la atribuyen al
consumo excesivo de Coca-Cola.
Natasha Harris, madre de ocho hijos, bebía al menos 10 litros diarios de esa gaseosa,
lo que supera dos veces la dosis máxima de cafeína admisible.Por esta
misma razón, según los especialistas, poco antes de su muerte la
neozelandesa se quedó completamente sin dientes.
El forense David Crerar, encargado de los análisis, recomienda a la
compañía considerar la inclusión de asesoramiento para revisar la
cantidad de cafeína en sus productos.
Por su parte, la empresa fabricante de bebidas rechaza las
conclusiones de los patólogos. Según los productores, demostrar que la
muerte de Harris fue por culpa de la Coca-Cola es imposible. “Estamos decepcionados” (del resultado), indicó la multinacional en un comunicado.
El compañero de la mujer, Christopher Hodgkinson, dijo que la salud
de su pareja se había deteriorado gravemente en los meses previos a su
muerte y que ella tenía mal humor y dolores de cabeza si no tomaba su
bebida favorita.
La semana pasada se hizo pública una noticia en la que se
informaba que un ciudadano australiano perdió todos sus dientes por la
adicción a las gaseosas y debe llevar una dentadura postiza completa,
aunque solo tiene 25 años.
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