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| Desiree Moros, lleva una denuncia en Fiscalía por presunta mala praxis
durante una liposucción que la mantuvo al borde de la muerte. | |
Desiree Moros es una linda joven abogada tachirense de 31 años de
edad, madre y esposa, que estuvo al borde de la muerte al practicarse
una cirugía estética tipo Liposucción en la cual asegura, el médico le
perforó el intestino y de allí comenzó su pesadilla, que se ha extendido
durante más de un año sin que aún se haga justicia.
Durante el
debate en el Consejo Legislativo Regional sobre la apertura de
investigaciones a estéticas en el Táchira, Desiree decidió presentar su
testimonio, con la fe de que ya no exista más impunidad, pero sobre todo
de que las mujeres reflexionen “y aprendamos a amarnos como realmente
Dios y la naturaleza nos crearon, dejemos de vernos en el espejo de la
perfección y pensemos que tenemos familia y amistades que nos aceptan
con nuestras virtudes y defectos”.
Su pesadilla comenzó el 7 de
mayo del año 2012, cuando acudió al quirófano para hacerse cambio de
prótesis PIP, y al ingresar el médico le sugirió aprovechar la cirugía
para quitarle “dos gorditos a los lados de la cintura”, propuesta a la
cual accedió.
“Salí de la cirugía y no volví a ver al médico, me
dio de alta la persona de guardia, me dio las indicaciones, me fui con
mucho dolor abdominal y me decían que era normal, me enviaron a mi casa
con una bomba analgésica y presentaba vómito y mucho malestar, al tercer
día cuando se me acabó la bomba analgésica el dolor era insoportable,
traté de comunicarme con el doctor pero siempre tenía el teléfono
apagado”, declaró Desiree Moros.
Finalmente se comunicó con el
asistente quien le decía que el dolor era normal y que en ese momento no
podía atenderla por encontrarse en un paseo, al cuarto día cuando sus
condiciones eran muy malas, se desmayaba, vomitaba, y su cuadro era de
malestar generalizado acudió a un centro privado de la ciudad.
“Los
médicos me examinaron y me dijeron que durante la cirugía estética me
perforaron algún órgano, y dijeron que era necesario abrirme para
examinar, yo solo les pedía que salvaran mi vida, yo tengo dos hijos de 2
y 4 años de edad, me abrieron y encontraron que tenía el intestino
perforado” contó Desiree.
El resultado de la cirugía fue que los
médicos debieron quitarle 10 centímetros de intestino, tenía una
septicemia generalizada que la llevó a un shock séptico, “debido a la
perforación las heces se regaron por todo el cuerpo, me cortaron una
parte del intestino y volvieron a unir, y tras la cirugía me llevaron a
Cuidados Intensivos, inicialmente estuve intubada y luego me mantuve
consciente de todo lo que ocurría”.
A Desiree debieron abrirla
quirúrgicamente al menos tres veces más, es decir cuatro veces en total,
para poder hacerle limpieza a sus órganos contaminados con heces,
presentó hemorragias internas, neumonía, mes y medio sin comer con
alimentación parenteral, muchas cicatrices en su abdomen y a los
costados, además de un trauma irrecuperable.
Sumado a todo el
cuadro clínico que Desiree Moros venció con sus ganas de vivir por su
familia, en especial por sus dos hijos, tiene una deuda cercana a los
700 mil Bs con la clínica donde fue atendida, y no pudo ejercer más el
derecho penal, pues aún tiene fuertes dolores y tiene que evitar
someterse a cansancio y estrés por su delicada salud.
“El
médico que me hizo la liposucción fue a verme una sola vez en Cuidados
Intensivos, porque me salió algo alrededor de la cintura por la
acumulación del líquido de la liposucción, y ningún otro cirujano
plástico quiso atenderme, saliendo de eso me reintervinieron y llegué a
pesar casi 40 kilos, una vez me reuní con el médico y me dijo en
Venezuela la mala praxis no se prueba, ¿cómo crees que me lo vas a
probar? si quieres te acomodo esas cicatrices y no te cobro nada por
eso”.
Así narra Desiree parte de su historia, al afirmar que “la
impunidad es increíble sobre mi caso, ha pasado un año, los médicos que
me vieron algunos no quieren declarar, pero tengo fe y confianza que se
hará justicia, yo tengo mis pruebas de que hubo mala praxis y de todo
lo que me pasó.
Con la esperanza de que se haga justicia, una vez
que su caso apenas esta semana fue pasado a Fiscalía, Desiree exhorta a
hombres y mujeres: “vamos a querernos como somos, no arriesguemos más
nuestras vidas, no nos entreguemos a los brazos de la muerte, la persona
que nos quiera lo hará tal como somos, y al natural es mejor”.
Desiree
agradeció a los diputados del parlamento regional, Jhonatan García y
Nellyver Lugo por tomar interés en su caso y ayudar a tantas personas
para que se haga justicia.
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