Un portavoz del Gobierno británico afirmó que sus fuerzas se están preparando para los planes militares y que tanto ellos como EE.UU. están acogiendo buques de guerra en el Mediterráneo.
La situación política en Siria, gobernada por el presidente Al Assad, parece estar entrando en horas decisivas. En efecto, la cancelación unilateral de Estados Unidos (EE.UU.) de la reunión bilateral con Rusia en la ciudad de La Haya para debatir el tema del país de Medio Oriente ha tenido sus consecuencias, que parecen indicar que los planes de invasión orquestados por el Gobierno de Barack Obama ya están avanzando.Así, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Lukashevich, afirmó que “un ataque a Siria sin la aprobación de la ONU sería un desastre”, y que es importante tener en cuenta las consecuencias que podría tener esta intervención no solamente para Siria, sino para los países de Medio Oriente y de África del Norte”.
Lukashevich pidió “mucha responsabilidad y prudencia a Estados Unidos”, pero los hechos indican que ya la decisión de invadir a Siria está tomada. En efecto, el Gobierno norteamericano ya cuenta con el apoyo de Francia, Israel, Turquía y Gran Bretaña para realizar los ataques. Un portavoz de este último país afirmó que las fuerzas británicas se estarían preparando ya para estos planes de contingencia y que tanto ellos como EE.UU. están acogiendo buques de guerra en el Mediterráneo”.
La cadena televisiva gringa NBC informó que Estados Unidos prepara un ataque con misiles contra Siria que podría comenzar este jueves y se extendería a lo largo de tres días.
La información la ofrecieron a la cadena altos funcionarios estadounidenses: Serían tres días de ataques los cuales deberían servir de “mensaje” para el presidente sirio, Bashar al Assad.
Este aceleramiento de la situación tiene como excusa el supuesto ataque químico ocurrido el miércoles pasado en Siria, un hecho sobre el que el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid al Muallem, afirmó que “fue realizado por los mercenarios extranjeros y rebeldes”.
Manifestó también que su país “no obstaculiza el trabajo de los inspectores de las Naciones Unidas en el lugar del supuesto ataque químico, Siria está interesada en la investigación internacional sobre el uso de las armas químicas”.
Walid al Muallem dejó claro que con este supuesto hecho “la oposición Siria puede utilizar los informes sobre este presunto ataque químico como un pretexto, como un ataque contra el país”.
De esta manera luego de dos años de intentos norteamericanos fracasados por derrotar al gobierno de Al Assad a través de grupos mercenarios aliados a Al Qaeda, como el Frente Al Nursa, estos parecen haber tomado la decisión de invadir militarmente al país árabe, con el apoyo de sus aliados de siempre.
El argumento ya es conocido: el Gobierno de Siria tendría armas de destrucción masiva, un hecho no probado, aunque sí Rusia ha mostrado que los mercenarios, apoyados económicamente y militarmente por EE.UU. y Gran Bretaña, utilizan armas químicas contra la población civil.
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