El director agradeció el apoyo que le prestó el Centro Nacional
Autonomo de Cinematografia (Cnac) y la Villa del Cine, el complejo
cinematográfico inaugurado por el Presidente Hugo Chávez en 2006
Miguel Ferrari, el director de la película Azul y no tan rosa,
galardonada este domingo con el premio Goya que otorga la Academia
Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España,
agradeció el triunfo al pueblo venezolano que en la última década se ha
reconciliado con su cine.
“Gracias a Venezuela, a ese país por haberse reconciliado con
nuestro cine, a todo ese público venezolano que día a día llena nuestras
salas para ver cine nacional”, dijo Ferrari emocionado al recibir la
estatuilla más importante del cine iberoamericano.
Esta es la primera película venezolana que gana un Goya, luego de siete nominaciones desde 1987 con la película Pequeña Revancha, de Olegario Barrera.
Al momento de la premiación, realizada en Hotel Auditorium de
Madrid, Ferrari recibió el premio acompañado de algunos de los actores
de la película y de su equipo de productores. “¡Viva Venezuela!”, fue lo
que dijo al término de su discurso.
“Tenemos a Paco en nuestra mano”, manifestó antes, en referencia a
la estatuilla que muestra el rostro del pintor español, Francisco de
Goya.
“Desde el 7 de enero, el día que anunciaron las nominaciones, esto se vive en Venezuela como un mundial de fútbol”, contó.
Dio las gracias al Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC)
“por financiar este sueño”, al igual que agradeció el apoyo a la Villa
del Cine, el complejo cinematográfico fundado por el Presidente Hugo
Chávez, en el año 2006.
“Gracias a todos mis actores, valientes que se atrevieron a hacer
esta película y a interpretar a unos personajes y a unas personas que
no se interpretan por perjuicios y tabúes”, continuó el director en su
discurso.
También tuvo palabras de ánimo al cine español, que atraviesa
dificultades con pérdidas de hasta 102 millones de euros, el cierre de
400 salas de cine y la pérdida también de “varios miles de puestos de
trabajo”, indicó el presidente de la academia de cine español, Enrique
González Macho.
“¡Viva el cine español! Las dificultades se superan”, exclamó Ferrari
antes de retirarse del escenario del Hotel Auditorium de Madrid.
Azul y no tan rosa es una coproducción entre Venezuela y
España respaldada por el CNAC. Fue estrenada en noviembre de 2012 y se
convirtió en la película más taquillera de ese año.
La historia, protagonizada por Guillermo García, Ignacio Montes,
Hilda Abrahamz, Sócrates Serrano y Alexander Da Silva, es un
acercamiento hacia la compleja relación entre un hombre fotógrafo y
homosexual y su hijo, un joven residente en España, quien lo rechaza, no
por su orientación sexual sino por su ausencia física y afectiva.
En la premiación quedaron como finalistas El médico alemán, de la argentina Lucía Puenzo; Gloria, del chileno Sebastián Lelio, y La Jaula de Oro, del hispano-mexicano Diego López Quemada.
En anterior entrevista con AVN, el director destacó la importancia de
la Ley de Cinematografía Nacional, reformada en 2005, y que permitió
triplicar el número de producciones criollas a un número que este año
ascenderá a 54 estrenos.
“Afortunadamente, gracias a esa Ley hay un porcentaje de la taquilla
que va a un organismo que se llama Fondo de Promoción y Financiamiento
del Cine (Fonprocine), que da los recursos al Cnac, para que los
distribuya para la realización de las nuevas películas venezolanas. Se
están haciendo las cosas bien y se están dando oportunidades a los
nuevos cineastas”, dijo en la entrevista. (Con informacion de Correo del Orinoco)
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