“El camino que queda por recorrer no es sencillo, como personas, como
familia y como país pasaremos por altos y bajos, pero seguiremos
construyendo y luchando por esta hermosa Patria".
Caracas, 5 de marzo de 2015.- La hija menor del Comandante
Chávez, Rosa Inés, ofreció unas emotivas palabras durante los actos
conmemorativos por el segundo año de su partida física, donde ratificó
que el pueblo venezolano y su familia seguirán construyendo la Patria
que tanto amó y por la cual tanto sacrificó.
“Gracias papá, gracias por quedarte como una lucecita cuando sentimos que no vemos el camino, gracias por seguir brillando en la mirada de un niño y en la sonrisa de un abuelo”
Desde el Cuartel de la Montaña, donde se realizó este jueves una
ceremonia sencilla, solemne y popular, con canciones y expresiones de
cariño hacia el Comandante Eterno, la hija del Comandante Chávez ofreció
un breve discurso de una carta manucrista, leída con un nudo en la
garganta.
“Gracias papá, gracias por quedarte como una lucecita cuando sentimos
que no vemos el camino, gracias por seguir brillando en la mirada de
un niño y en la sonrisa de un abuelo”.
Dijo que confía en que Chávez está en un lugar donde no hay dolor, ni
enfermedad ni tristeza, donde descansa de angustias y preocupaciones
que lo acompañaron durante su trabajo por llevar a las mayorías de
Venezuela la mayor felicidad posible.
“Has dejado una llama encendida y le pido a Dios que nos dé la fuerza de hacer todo lo humanamente necesario y posible para mantenerla"
“El camino que queda por recorrer no es sencillo, como personas, como
familia y como país pasaremos por altos y bajos, pero seguiremos
construyendo y luchando por esta hermosa Patria a la que amaste tanto o
más que tu propia vida, esta patria por la que tanto sacrificaste”.
En medio de una expectante atención de quienes oían sus palabras,
entre ellos sus abuelos, sus tíos y hermanas, Rosa Inés mostró una
entereza espiritual que la ayudó a continuar su sencillo homenaje.
“Has dejado una llama encendida y le pido a Dios que nos dé la fuerza
de hacer todo lo humanamente necesario y posible para mantenerla. Amor
con amor se paga y no nos cansaremos de dar a nuestro prójimo y a
nuestra patria ese amor que tanto nos enseñaste”.
“Lo que me escribiste un día lo digo ahora (…) en todas partes te veo
y en todas partes te siento. Una vez más, gracias, y ahora entiendo
perfectamente lo que una vez expresaste, que cuando hay un amor de
verdad uno se queda para siempre”.
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