Tras obtener el 56,20% del voto popular en la elección del 6 de diciembre de 1998, el comandante Hugo Chávez tomó posesión del cargo el 2 de febrero de 1999, e inició un proceso de liberación nacional y recuperación de la soberanía de la patria.
A la jefatura del Estado llegó Hugo Chávez con el 56,20% del voto popular
Hoy, 2 de febrero, se cumplen 18 años de la toma de posesión del comandante Hugo Chávez Frías, quien llegó junto al pueblo a la Presidencia venezolana en 1999, luego del triunfo electoral del 6 de diciembre de 1998.
A la Jefatura del Estado llegó con el 56,20% del voto popular obtenido en la elección del 6 de diciembre de 1998, cuando la mayoría de la población venezolana dio contundente apoyo a su planteamiento de retomar el proyecto bolivariano para la refundación y la liberación nacional y el rescate de nuestra soberanía.
Sin dudas, esta fecha marca además el inicio de una revolución democrática y pacífica, un antes y un después en la historia de Venezuela, pues por primera vez se instaló en Miraflores un Gobierno Bolivariano y humanista con un programa elaborado para y por el pueblo.
La ceremonia fue inolvidable, toda vez que el máximo líder de la Revolución Bolivariana, con su verbo encendido, realizó su juramento sobre la “moribunda” Constitución venezolana, pues ese mismo día convocó una Asamblea Nacional Constituyente para erigir las bases de un nuevo modelo de país que diera al pueblo “la mayor suma de felicidad posible”, como proclamó el Padre de la Patria Simón Bolívar.
“Juro delante de Dios, juro delante de la patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro”, expresó enfáticamente.
Luego, dio un discurso casi profético que tiene aún plena vigencia para convocar la unidad nacional de todos los sectores para refundar la patria. De esa pieza magistral seleccionamos estos dos párrafos:
“Clamo a todos, los partidarios de nuestra propuesta o nuestro proyecto, los adversarios de nuestra propuesta, los llamo a que, jugando cada quien su papel, pensemos primero y antes que nada en el interés del país y en el interés del colectivo, y pongamos en último término el interés de nuestra fracción o el interés de nuestro partido o el interés de nuestro grupo o el interés de nuestra familia o el interés de nosotros mismos. Eso va en último lugar de prioridad. Llamo a todos que esa sea la norma de trabajo a partir de este mismo instante. Para que podamos polemizar, a regular las perturbaciones, compatriotas todos, porque ustedes lo saben, la crisis moral está allí; la crisis económica está aquí. Salgamos a la esquina y la vemos y la sentiremos que nos golpea el rostro y el alma”.
“Les hago un llamado a todos los venezolanos que tienen capitales en el exterior. ¡Piénsenlo! El país necesita capitales. ¡Vengan aquí! Claro, me refiero a los capitales bien habidos. Los otros difícilmente vendrán, a menos que de verdad hagan un mea culpa. Ojalá lo hagan, también los llamo: vengan, entreguen lo que se llevaron y asuman su responsabilidad. Yo creo que tengo algo de moral para pedirlo. Yo un día hice algo, entregué lo que me llevé: mi fusil, y aquí estoy. «Asumo mi responsabilidad, hagan conmigo lo que quieran». Cada quien asuma su responsabilidad. Necesitamos un proceso económico urgente de acumulación de capital nacional. Estamos descapitalizados, señores”.
Hugo Chávez jura sobre la moribunda Constitución socialdemócrata
NUEVA ERA LATINOAMERICANA
A esa primera toma de posesión asistieron los entonces presidentes latinoamericanos Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; Fidel Castro, de Cuba; Carlos Ménem, de Argentina, Alberto Fujimori, de Perú, Andrés Pastrana, de Colombia, y Julio María Sanguinetti, de Uruguay. Ante esos mandatarios, Chávez empezó a dibujar una nueva era en las relaciones diplomáticas y de integración en la región: “Se desató una verdadera revolución moral, política y ética. Si no le damos cauce a esa fuerza desatada se desbordará. No podemos defraudar al pueblo de nuevo”.
“Yo declaro al mundo que Venezuela está en emergencia social. Nosotros tenemos que enfrentarla, pero no para restringir o eliminar garantías. ¿Quién va a eliminar garantías en Venezuela si ya todas están eliminadas? ¿Cómo vamos a suspender lo que ya está suspendido? ¿Qué garantías más les vamos a quitar a nuestros pueblos?”. Denunció de este modo el daño casi irreversible que el neoliberalismo, tutelado por Washington en las décadas de los 80 y 90, hizo en el continente.
LLEGÓ LA HORA DEL PUEBLO
Chávez prometió refundar la patria y convocó a una constituyente
“Hoy, 2 de febrero de 1999, ¡llegó la hora del pueblo de Venezuela! Hoy 2 de febrero de 1999 llegó la hora de la resurrección de la patria de Simón Bolívar (…). Celebramos el nacimiento de la Venezuela libre, de la Venezuela bolivariana que siempre hemos soñado”, dijo Hugo Chávez en su mensaje ante las multitudes tras asumir la Presidencia.
De inmediato se inició el proceso constituyente que dio origen a la actual Carta Magna, fundamentada en un Estado social, democrático, de justicia y de derecho, que fue aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1999, por mandato del pueblo, con 3 millones 301 mil 475 votos a favor del Sí, equivalente al 71,78% del electorado.
Con la nueva Constitución se empezó a materializar un programa de gobierno que evolucionó hasta el Plan de la Patria de hoy en día, centrado en la justa distribución de la renta petrolera, el reimpulso de la economía nacional, el aumento sostenido de la inversión social, la búsqueda de convertir al país en una potencia suramericana.
Cuando Chávez asumió la Presidencia por primera vez, el número de familias pobres estaba en 57%, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las medidas neoliberales de los gobiernos socialdemócratas se aplicaron mediante una política de privatización y venta a precio de gallina flaca de sus recursos y activos, mientras la producción se paralizó y la población sufrió el alza de los precios de alimentos, servicios y bienes de consumo. Esto condujo a la mayoría a la pobreza y a la pobreza extrema.
ANTES Y DESPUÉS
La Revolución Bolivariana retoma el proyecto del Padre de la Patria
En el transcurso de 18 años de este proceso histórico denominado Revolución Bolivariana, iniciado por el comandante Chávez y continuado por el presidente Nicolás Maduro, se han destinado más de 782 mil millones de dólares a la inversión social y Venezuela es un ejemplo a seguir en el mundo en cuanto a reducción de la pobreza y logro de las Metas del Milenio establecidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 2009 Venezuela ya había logrado 85% de incorporación de nias y niños a la educación primaria y ya aseguraba que el 90% de la población tuviese acceso al agua potable.
El índice de coeficiente Gini, utilizado para medir la desigualdad, descendió de 0,49 a 0,38 en menos de dos décadas.
La tasa de desocupación disminuyó de 10,6 por ciento en diciembre de 1999 a 6 por ciento en diciembre de 2015. El empleo formal al 60 por ciento, contrarresta al 48 por ciento de antes de la Revolución.
En 2013 y 2015, Venezuela fue reconocida por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por los logros alcanzados en materia nutricional, tras la puesta en marcha de la Misión Alimentación.
La patria de Bolívar logró bajar la cifra de hambre que ascendía a 13,5 por ciento en 1992 a menos de un 5 por ciento en 2010, cifra que sigue en descenso gracias a las políticas de inclusión social aplicadas por la Revolución.
LA LUCHA SIGUE
Tras la desaparición física de Hugo Chávez, se ha intensificado la guerra no convencional de las potencias imperialistas contra el Gobierno Bolivariano para derrocarlo y revertir un modelo centrado en el bienestar de las mayorías, y cambiarlo por un nuevo pacto de élites que solo beneficie a las trasnacionales y al empresariado nacional y extranjero.
Pero pese a ello “el Gobierno Bolivariano logró sostener y aumentar la inversión social, algo inconcebible en las recetas de recorte y ajuste neoliberal. En Venezuela, en un año tan duro como 2016, aumentamos la inversión social a 73%”, precisó el presidente Nicolás Maduro en la sede del Tribunal Supremo de Justicia, donde rindió este año la memoria y cuenta de su gestión al pueblo.
La inversión social se refleja en el aumento salarial, la entrega de computadoras portátiles Canaima a estudiantes, el pago a los pensionados y la inclusión de otros en nuevas listas; la asignación de tarjetas Hogares de la Patria, la creación y consolidación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), así como el avance de las Misiones y Grandes Misiones sociales.
“Colocar al ser humano como centro de las políticas públicas es una característica de la Revolución Bolivariana. Cuando se quiere se puede. Solo nosotros podemos”, enfatizó Maduro.
Hoy, 9 de cada 10 venezolanos de la tercera edad reciben su pensión; 2016 cerró con 3 millones 283 mil 34 pensionados en todo el país, y durante toda la Cuarta República, desde 1958 a 1998, su número era de 370 mil.
Y es que tal y como anunció el comandante Chávez tras su retorno al Palacio de Gobierno, luego del fallido golpe de Estado de 2002: “El pueblo llegó a Miraflores para no irse jamás”. Mientras el interés nacional y el interés de las mayorías prevalezcan, el pueblo será el conductor de su destino.