El sexo tántrico es una práctica basada en el tantra, esta filosofía de vida de origen oriental con más de 4 mil años de antigüedad, utiliza la energía sexual para conseguir una conexión especial.
El tantra como filosofía extiende una invitación a vivir la sexualidad dentro y fuera del acto sexual, es una vía para llegar a un estado máximo de conexión energética, el verdadero secreto consiste en realizarlo como una ceremonia espiritual.
Esta práctica está relacionada con las tres escuelas del hinduismo (shivaismo, vaishnavismo y tantra).
Dentro del hinduismo a esta escuela se la conoce como “la vía rápida”, ya que, al practicar el tantra se logra llegar a estados de la mente y el cuerpo a través de la energía sexual, igual a los que han llegado a la iluminación (concepto filosófico y religioso que significa adquisición de entendimiento).
Con el tantra logras la libertad en el momento presente, es abrir el corazón y derribar los miedos a partir de la expansión de tus cinco sentidos. Sentir cómo se mueve la energía dentro de tu cuerpo, para aceptarte de una manera diferente, para comprender que eres parte de algo mucho más grande y perfecto como es el Universo. Se trata de meditación y amor a través del sexo.
La ausencia de eyaculación en el sexo tántrico
En este acto, el objetivo principal es no llegar a la eyaculación, sino disfrutar, de cada momento. Sobre cómo descubrir y aplicar el sexo tántrico hay mucho escrito pero cada persona puede llevarlo a cabo de una forma distinta.
La filosofía tántrica defiende que no se necesita la ayuda de elementos tan recurrentes como el orgasmo, la penetración o la eyaculación para alcanzar su punto álgido.
El cuerpo en su totalidad adquiere el protagonismo, al igual que todos los gestos que contribuyen a aumentar la compenetración y el equilibrio dentro de la pareja. Como, por ejemplo, los besos, las caricias, las palabras, las miradas. Para alcanzar ese auge físico y emocional, es necesario dejar de lado los prejuicios y las prisas, además de ser consciente de nuestras virtudes y defectos.
Claves del tantra
1. Acéptate a ti misma
Tanto para tu vida como para el sexo tántrico, que te aceptes y te ames a ti misma tal y como eres es fundamental, pues te dará la libertad para disfrutar de ti y de tu pareja. Si lo único que reconocemos en nosotras son defectos que queremos intentar esconder, estamos enfocando la energía donde no debería estar, y no podremos disfrutar de nosotras y de nuestra pareja plenamente.
2. Ten tus 5 sentidos siempre en el momento presente
Es la única forma para lograr experiencias profundas y plenas, tanto en el sexo tántrico como en la vida y es que de no hacerlo perderás conciencia de ti misma; si tu mente está en otro lado y no en donde debe estar, se te van a escapar sensaciones, momentos y sorpresas que te pueden proporcionar mucha más satisfacción.
3. Expresa lo que sientes y lo que piensas
Para lograr un mayor entendimiento es muy importante que expreses lo que sientes, lo que te gusta y lo que no; del mismo modo escucha a tu pareja, sus sentimientos y lo que quiere. Nadie más que tú sabe perfectamente cuáles son tus necesidades, así que escúchalas y díselo a tu pareja; recuerda que somos todos diferentes.
¿Cómo practicar el sexo tántrico?
Después de que haber conocido e integrado las 3 claves del tantra, ya vas un paso adelante en tu práctica de sexo tántrico y has de traerlos contigo al acto sexual. A continuación, te explicamos los siguientes pasos a seguir para lograr una experiencia única con tu pareja.
1. Ambientar
Empieza por preparar una atmosfera acogedora y estimulante. Luces bajas en la habitación, algún aroma muy sutil que os guste a los dos y música muy suave. Los móviles o cualquier cosa que pueda interrumpir hay que dejarlos afuera. Es un momento solo para los dos.
2. Respirar
Este es un paso muy importante, ya que permite que la conexión entre las dos personas se prolongue. Comienza por concientizar la respiración del uno y del otro, hasta lograr escucharla como si fuera una sola. Mantén el mismo ritmo de respiración durante toda la práctica.
3. Observar
Sentados uno frente al otro y con la respiración en un solo ritmo, debes mirar a los ojos. Es normal que sientas vergüenza y trates de bajar la mirada o que empieces a reír, lo importante es que intentes mantener la mirada fija en el otro el mayor tiempo posible para observarse mutuamente.
4. Sentir
Aquí empiezan a integrarse los otros sentidos. Debes acariciar mutuamente, sentir el cuerpo del otro, incluso hacer algunos masajes estimulantes. Detente en otras partes del cuerpo que tal vez antes no habías tenido muy presentes y toma el tiempo para tocar y sentir, sin perder el ritmo de la respiración. Permítete disfrutar todas esas sensaciones que van apareciendo por todo el cuerpo y fíjate en cómo van aumentado. Cada beso, cada caricia, es mucho mayor porque estás ahí presente.
5. Confiar
En este punto es cuando te abres más a tu pareja. Puedes cerrar los ojos y dejarte llevar por él, confía en él y lo que hace para que puedas disfrutar con total libertad. De esta forma estarán logrando un equilibrio perfecto.
6. Olvidar el tiempo
Con el sexo tántrico, la excitación debe aumentar de forma progresiva y no rápidamente ni buscando la eyaculación como en el sexo tradicional. Es muy importante dedicar el tiempo para sentir en cada parte del cuerpo todas las estimulaciones, sin prisas, y siendo muy conscientes de cada una de ellas. En este punto es posible experimentar orgasmos no genitales, sino del cuerpo.
7. Danzar
Es importante permitir que los cuerpos dancen a un ritmo equilibrado, donde cada uno se sienta cómodo y a gusto de lo que sienten en el momento. ¡Vive y disfruta la experiencia!
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