La masturbación femenina tiene muchas utilidades y una, que tal vez no es tan conocida: su poder somnífero.
- Lo descubrí de bien jovencita cuando, revolviendo el libro de la gran Shere Hite sobre sexualidad femenina. Ahí leí que muchas mujeres decían que se masturbaban para poder dormir. Años más tarde, me compré la edición de bolsillo del libro, pero pude rescatar lo que había por casa de mis padres que es una reliquia en tapa dura y de los años setenta.
- Lo que leí me encantó y entendí que la masturbación es mucho más que conseguir un orgasmo y ya está. Y una de estas utilidades, que además puede ayudar a nuestra salud, es la de relajarnos hasta tal punto que nos facilita poder dormirnos.
A los hombres también les pasa y, además, tienen el periodo refractario que hace que este poder somnífero parezca un poco más potente. Recordemos que el período refractario es lo que sucede al poco tiempo de la eyaculación masculina y que hace que no se pueda reiniciar la respuesta sexual a pesar de recibir estimulación. El tiempo de recuperación puede variar en función de la persona y de la edad.
- Y yo pensaba … Hay muchas personas que pasan épocas de insomnio y que, cuando van al médico, se les propone que tomen alguna pastilla que les facilite dormir. ¿Antes habrán probado este remedio natural? Podrían probarlo, ¿verdad? ¡Y se ahorrarían tomar unas pastillas que quizás no necesitan! Mejor masturbarse que una pastilla.
EDAD DE MASTURBACIÓN FEMENINA Y FRECUENCIA
Por lo general, en la pubertad empieza la masturbación femenina y al comenzar la adolescencia, aunque también se dan casos de inicio durante la infancia, como recoge el Informe Hite, un macro estudio sobre la sexualidad humana.
Si bien la calidad de la experiencia es similar para ambos sexos. La frecuencia entre las mujeres, en términos de tendencia, es menor que entre los hombres. Esto quiere decir que aunque nada impide que haya mujeres que se masturben con mayor frecuencia que muchos hombres, no es así para la mayoría de la población femenina.
Por supuesto, hay mujeres que deciden no masturbarse, y otras que empiezan durante la etapa adulta. No hay una norma para ello y la iniciación en esta práctica sexual parece darse de forma más escalonada que en el caso de los hombres.
Igual que ocurre con los hombres, la masturbación femenina tampoco hay una frecuencia que se considere más normal que otra para la auto-estimulación, sino que el ritmo puede ser más o menos afín a nuestros impulsos y deseos; ni siquiera hay una edad más idónea o adecuada para iniciarse en esta práctica, ni un momento en que deba finalizar.
El deber mata el deseo, y la masturbación genuina surge del deseo de cada mujer, pero no de la imposición de unos deberes o unas normas sociales preestablecidas. Por consiguiente, lo mejor es dejarse llevar por el propio ritmo. Porque la frecuencia varía a lo largo de la vida de cada mujer en función de sus creencias, sus deseos, y sus circunstancias vitales.
Es una falacia que la sexualidad de las mujeres acabe con la menopausia. Tanto es así, que no son pocas las mujeres que siguen masturbándose en esta etapa de su vida. Y disfrutando de las sensaciones y placeres de la auto-estimulación voluntaria, libre y deseada, hasta el final de sus días. Otro gran mito es que desaparezca el interés por el sexo en la tercera edad.
De hecho, es posible que muchas personas, y en especial las mujeres, hayan sufrido la pérdida de su pareja en esta etapa. Por lo que la masturbación femenina como una alternativa valiosa y satisfactoria. En conclusión, la masturbación contribuye tanto a propiciar el bienestar emocional, como el bienestar físico y sexual, independientemente de la edad.
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