Posiciones sexuales. Muchas y muy diversas son las posturas que podemos poner en práctica en nuestros encuentros sexuales, aunque lo cierto es que, casi siempre, terminamos apostando por las mismas porque son las que más «nos funcionan». Es decir, con las que más disfrutamos. Algo que no está mal ya que significa que nos conocemos y sabemos lo que nos gusta. Pero esto puede llevar a caer en el «más vale malo conocido que bueno por conocer», algo bastante fácil y típico en cuestiones sexuales. Lo que significa conformarse con lo de siempre.
Ha llegado el momento de dar una vuelta de tuerca a nuestra vida sexual. Y es que, aunque pueda resultarnos placentero lo que hacemos, la cosa todavía puede ir a más, ¿cómo? Añadiendo ciertas modificaciones en nuestras posturas y ampliando nuestro abanico de opciones con otras nuevas. Pero no solo porque romper con la rutina ya aporte un extra de frescura y eso mejore siempre lo presente, sino porque hay ciertas posturas clave que son perfectas para hacernos disfrutar del sexo y mucho más a nosotras, cuando hablamos de relaciones sexuales heterosexuales.
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Pero, como indica el sexólogo conocido en Instagram y especializado en sexualidad femenina Sergio Fosela, no se trata de posturas concretas, ya que a cada una nos pueden gustar más o menos unas y otras, sino «posturas (formas) para conseguir ciertos estímulos de mejor manera, porque no hay posturas como tal para llegar mejor o peor al orgasmo», aclara. «Algunas personas me consultan a menudo sobre qué posturas son las mejores para que una mujer alcance el orgasmo más rápido o más fácilmente. Y mi respuesta siempre es la misma: No existen. Hay que tener en cuenta que si una mujer tiene dificultades para alcanzar el orgasmo o no lo logra mediante penetración vaginal, ninguna postura ayudará a conseguirlo. No existen posturas mágicas», añade.
Es decir, no es tanto la postura, sino el estímulo y la forma de hacerlo: «Pero esto no significa que no existan posturas que faciliten el estímulo y sean más placenteras. Lo que ocurre es que no hay ninguna postura mejor que otra. Las posturas que le van bien a una mujer, puede que a otra no le produzca tanto placer o le sea incómoda (e incluso dolorosa), y viceversa. Se trata de explorar qué posturas se adaptan mejor a tu placer, de lo que suele depender el tipo de estímulo que te lleva al orgasmo, pero también puede influir la curvatura del pene.»
Orgasmo clitoriano
Tal y como apunta el experto, si tu orgasmo o placer viene del estímulo del clítoris, «la mejor postura de siempre es en la que la mujer se coloca encima y aprieta su pubis contra el pubis del hombre, mientras tiene el pene dentro. Esa presión de pubis contra pubis estimulará el clítoris mientras te mueves de tal manera que te facilite llegar al orgasmo sin necesidad de estimularte con la mano», nos explica Sergio.
El estímulo en esta postura, además, se puede llevar mucho más allá: «Si además, mueves tus caderas haciendo círculos o de delante hacia atrás sin sacar el pene, añadirás un placer extra y distinto en tu vagina», añade.
Orgasmo vaginal
«Si tu placer está en la penetración profunda (algunas mujeres tienen orgasmos así), la mejor postura es tumbada sobre la espalda y levantando y doblando las rodillas sobre tu pecho. Esto acorta la vagina y permite que el pene llegue a lo más profundo del saco vaginal sin problema», señala Fosela.
Punto G
Aunque no sabemos ya cuántas veces hemos escuchado que el punto G es todo un mito, nada más lejos de la realidad. Y es que, es uno de los principales puntos (y nunca mejor dicho) donde buscar nuestro placer, a pesar de que no sea siempre fácil encontrarlo: «Si eres de esas mujeres que se estimulan con el punto G, la postura idónea es tumbada bocabajo, con las piernas semicerradas, y el hombre subido a horcajadas sobre tu culo y penetrándote moviendo su cadera adelante y atrás, sin sacar el pene. Este movimiento provocará un estímulo directo y constante sobre tu punto G», cuenta el sexólogo.
Según el tipo de pene
Si hablamos de relaciones sexuales heterosexuales, el tipo de pene, es decir, su curvatura, puede jugar un papel fundamental en la estimulación del punto G de la mujer. En este sentido si la curvatura es hacia abajo, «la mejor postura es la del ‘perrito’. Además, esta combinación de postura y pene hacia abajo facilita el ‘squirting’.»
Si el pene de nuestra pareja está curvado hacia arriba, «la mejor postura es la ‘catapulta’ y con una penetración hacia arriba y abajo (retrovertiendo y antevertiendo el hombre su pelvis). El roce y estímulo del punto g es muy intenso.»
Mientras, los penes rectos o de curvatura neutra son ideales para «la postura de penetración profunda.»
Teniendo estas recomendaciones como base, Sergio Fonsela recomienda después explorar, experimentar y buscar por nosotras mismas otras posturas que estimulen nuestros puntos placenteros de forma más concreta adaptándose a nuestros gustos. Eso sí, siempre teniendo en cuenta una máxima: «Un consejo para cualquiera que sea la postura que realices: si quieres que la penetración sea muy placentera, olvídate del ‘metesaca conejil’. El pene sin apenas sacarlo y meterlo, pero sí moviéndolo dentro con el movimiento de tus caderas o las suyas, será mucho más ‘orgásmico’ que la rápida y superficial fricción.»
Técnica de alineación coital
También conocida como ‘CAT position’. Te suena de la serie ‘Sex Live’ pero no habías oído hablar de ella antes, ¡no entres en pánico! Aunque suena a algo complicado es simplemente una postura sexual que te garantiza alcanzar el clímax. Te contamos cómo praccticar la alineación coital paso a paso.
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