La suba de casos afecta a EEUU, España y el resto de Europa. La amenaza de las tres infecciones ya fue advertida por la Organización Panamericana de la Salud. Cómo repercute en las diferentes zonas de América
En América y Europa se está produciendo una “tripledemia”, es decir, un aumento de casos de tres infecciones virales. En este caso se trata del virus sincicial respiratorio, que causa la bronquiolitis, la gripe y el COVID-19. En algunos países ya produjo la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales.
“El aumento de solo una infección respiratoria es motivo de preocupación. Cuando dos o tres empiezan a afectar a una población de forma simultánea, esto debería ponernos a todos en alerta”, advirtió días atrás la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, que definió al problema como una “triple amenaza”.
Desde esa agencia sanitaria, se recomendó a los países a implementar medidas que ya han probado ser eficaces para mantener la seguridad de las comunidades, como las vacunas, la vigilancia con los testeos, el uso de mascarillas o barbijos y el distanciamiento social, sobre todo en vísperas del período festivo.
En Brasil se anunció hoy que las mascarillas volverán a ser obligatorias en los aeropuertos y vuelos a partir del próximo viernes por un repunte de los casos de COVID-19, según una nueva orden impuesta por las autoridades sanitarias. Habían liberado el uso en agosto pasado, pero la situación actual con más casos llevó a cambiar la medida de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Antes de la pandemia, el virus de la gripe y el virus sincicial respiratorio tenían mayor impacto durante el invierno en las Américas. Pero en 2021 y 2022 cambiaron.
En los Estados Unidos, se están registrando “niveles récord de virus sincicial respiratorio en niños pequeños. Normalmente, vemos un pico en diciembre o enero, pero este año es más temprano”, contó el doctor Scott Roberts, especialista en enfermedades infecciosas de Yale Medicine. “El Covid sigue siendo el virus más prevalente en la comunidad, pero tiene una trayectoria descendente, mientras que el virus sincicial y la gripe están aumentando”, afirmó.
Para el doctor Roberts, los casos de gripe en el hemisferio norte aumentarán. Un factor que contribuye a que haya más casos es que por el uso frecuente de los barbijos y otras precauciones durante los años previos, las personas no estuvieron expuestas a contagiarse.
Según la OPS, los casos de gripe no solo están creciendo en América del Norte. “También se observa un incremento de casos fuera de temporada en el Cono Sur, sobre todo en Argentina y Uruguay, lo que supone una tensión inesperada para los sistemas sanitarios”, señaló.
En la Argentina, los casos reportados de personas con el virus de la influenza -que causa la gripe- han sido 997.580 durante 2022. Hubo una incidencia acumulada de 2.157,6 casos por cada 100.000 habitantes. Significa que los casos notificados de gripe ya superaron a los de los años anteriores a la pandemia (2018 y 2019) y están casi por alcanzar los de 2017. Ya se reportaron 122 muertes por gripe este año.
El sábado pasado, el Ministerio de Salud de la Argentina emitió un reporte especial por el aumento de la gripe en primavera y en el contexto de la pandemia. Informó que el 82% de los 2.685 casos de pacientes hospitalizados por gripe no se habían aplicado la vacunación antigripal antes del episodio.
Además, las infecciones por el virus sincicial respiratorio se han incrementado considerablemente, lo que supone una carga para los sistemas sanitarios de Canadá, México, Brasil, Uruguay y Estados Unidos, de acuerdo con la OPS.
Para prevenir la gripe y el COVID ya hay vacunas efectivas y seguras disponibles. Por lo cual, las autoridades sanitarias han llamado a aplicarse las dosis del esquema primario contra el COVID- y los refuerzos, que son necesarios a medidas que transcurre el tiempo para mantener la eficacia de las vacunas. En el caso de la vacuna antigripal, se aplica una vez por año.
“Es clave que las personas tengan en cuenta que la ventilación cruzada y permanente de los ambientes cerrados y el lavado de manos. Si una persona tiene gripe, COVID-19 o bronquiolitis debería estar en aislamiento para no transmitir los patógenos a otros”, dijo a Infobae la doctora Leda Guzzi, de la comisión de comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología.
“La vacuna antigripal está incluida en el Calendario de vacunación en Argentina para los grupos con mayor riesgo de desarrollar complicaciones, como las personas mayores de 65 años, las personas gestantes, las personas con factores de riesgo, como EPOC, y los lactantes”, agregó Guzzi.
En cuanto a la bronquiolitis, aún no hay aprobada una vacuna, pero se puede prevenir al ventilar los ambientes cerrados (una medida que también sirve para las otras dos infecciones), mantener la lactancia materna, aplicar las vacunas adecuadas para la edad, no exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña, practicar el lavado de manos frecuente de los niños y los convivientes, con agua y jabón, mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos.
Frente a la probabilidad de que la tripledemia se agrave, Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, dijo que todo depedenderá de cómo la población integre las medidas preventivas. “Es fundamental que la población integre, especialmente en esta época del año, la mascarilla”, dijo.
“Si no se incentivan dichas medidas preventivas y la vacunación, sí se llegará al colapso de hospitales y centros de salud” en Europa. “Gracias a estos dos elementos el impacto puede ser mínimo, pero si se actúa como si no existiría ninguno de estos tres virus, volveremos a repetir el mismo error de otras veces”, subrayó.
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