Con las bajas temperaturas se hace presente el frío y el cuerpo físico lo siente, pero también el estado de ánimo parece verse afectado. Y es que según como las personas llevan su día a día, todo indica que el cuerpo finaliza un ciclo y se prepara para el reposo.
Para nadie es un secreto que las bajas temperaturas pueden terminar afectando al ser humano y repercutir en la salud, por lo que todos se abrigan para evitarlo.
No obstante, es necesario que también aprendamos a prepararnos para hacerle frente por el bienestar emocional.
Para ello, el ejercicio suave, comer alimentos ácidos y tomarse la risa en serio, son recomendaciones que al ponerlas en práctica ayudan en gran medida.
¿Las bajas temperaturas afecta el ánimo?
El estado de ánimo de las personas puede verse afectado por muchos factores, incluyendo los cambios de temperatura, el frío, por ejemplo, juega un papel importante en el bienestar del ser humano.
Expertos señalan que con las bajas temperaturas se reduce el número de horas de sol, algo que puede tener diferentes consecuencias en la salud de las personas.
También explican que la reducción del tiempo de exposición a la luz natural puede afectar al ritmo del sueño, favorecer la manifestación de síntomas de ansiedad, o de síntomas depresivos, e incluso alterar el apetito.
Es decir, estos son factores que pueden provocar un aumento significativo en niveles de ansiedad y depresión, pues el cerebro libera más neurotransmisores; incluso, genera problemas para lograr conciliar el sueño.
Te puede interesar: Conoce los efectos del frío sobre la piel
¿Cómo evitar que nos afecte?
Existen algunos hábitos que puedes adoptar para que el frío no repercuta de manera negativa en tu salud y bienestar.
1. Según los expertos, la tristeza y la fatiga son habituales en épocas de frío, ya que los niveles de las sustancias bioquímicas como la melatonina, la serotonina y la adenosina cambian.
Cuando esto ocurre, afecta el bienestar ya que provoca apatía, depresión o sensación de cansancio. Para evitarlo, es muy importante alimentar la mente con pensamientos positivos, escuchar música alegre, hacer deportes, salir con amigos y hacer actividades de su agrado.
2. Incluye en tu dieta alimentos ácidos como cítricos, manzanas, peras, ciruelas, uvas, albaricoques, piña, nísperos o lechosa, para ayudar a subir las defensas del organismo.
3. Es muy importante tener un horario regular, sobre todo al levantarse y acostarse. No te vayas a dormir muy tarde, así podrás recuperarte y levantarte pronto. Además, de este modo evitarás el gasto energético de llevar un ritmo irregular.
El dormitorio también tiene sus reglas, no debes dormir con todas las ventanas completamente cerradas, ni taparte la cabeza con la sábana, ni abrigarte de golpe con mucha ropa.
Y cuando te despiertes, reposa en la cama durante 5 minutos con los ojos bien abiertos; después, levántate de lado con la ayuda de las manos.
4. Incluye en tus rutinas alguna actividad al aire libre como el yoga, chikung, taichi, o caminar.
5. Ríete mucho. Está demostrado científicamente que la risa es una medicina muy eficaz y completa. No solo reduce los niveles de cortisol y aumenta nuestra capacidad pulmonar, también mejora, el sistema circulatorio.
Por tanto, ríe tanto como te sea posible, tómate la vida con humor. Además, como la risa se contagia, si compartes una sonrisa, regalas salud.