Desde padecimientos incurables hasta malestares con severas complicaciones, la plaga de estos insectos deben ser tomados como un problema serio
Las cucarachas son uno de los insectos más indeseados por el ser humano, su presencia causa preocupación por su dificultad de combatir y facilidad para reproducirse.
Sin embargo, las cucarachas son un problema que van más allá de la plaga en sí misma, ya que pueden ser causantes de preocupantes enfermedades y padecimientos.
Es por eso que aquí te dejamos cuatro enfermedades de preocupación que pueden ser causadas por las cucarachas.
Enfermedades gastrointestinales
Uno de los lugares preferidos de las cucarachas para esconderse por el día y pasearse por las noches es la cocina, principalmente porque es un lugar que casi siempre está caliente y en el que pueden encontrar comida.
Esto puede convertir a la cocina en un foco de infección para quien habite ese hogar con presencia de estos insectos, ya que son considerados como uno de los principales transmisores de enfermedades gastrointestinales.
Cuando las cucarachas caminan por la cocina en busca de alimento o un mejor lugar para esconderse y dejar sus huevecillos, pueden dejar a su paso excremento en lugares clave donde se prepara la comida o en la comida misma, ocasionando malestares estomacales.
En estos casos, las cucarachas pueden ser las causantes de muchas enfermedades diarreicas agudas, entre ellas la salmonelosis, causada por una bacteria que afecta el tubo intestinal y que puede provocar diarrea, cólicos, fiebre, náuseas, vómitos, escalofríos, dolor de cabeza e incluso sangre en las heces.
Por suerte, la mayoría de las personas sanas se recuperan en unos pocos días sin tratamiento específico, en lo que hay que enfocarse es en prevenir la deshidratación con una ingesta de líquidos adecuada.
Fiebre del heno
La rinitis alérgica, también conocida como “fiebre del heno”, es una enfermedad que provoca síntomas parecidos a los de un resfriado como lo son goteo en la nariz, picazón en los ojos, congestión, estornudos, fatiga, piel azulada e inflamada debajo de los ojos, así como presión en los senos paranasales.
La gran diferencia, sin embargo, es que la fiebre del heno no es causada por un virus, sino por una respuesta alérgica que puede ser inofensiva pero que el cuerpo identifica como nociva. Entre las casusas de este padecimiento se encuentra el polvo de los excrementos de las cucarachas.
La fiebre del heno puede provocar complicaciones como infecciones en el oído, sueño deficiente, sinusitis y hasta una calidad de vida reducida.
Esta enfermedad se puede tratar ya sea con medicamentos de venta libre o recetados, así como enjuagues nasales o con una vacuna contra la alergia, esto depende de la gravedad de la enfermedad, así que lo mejor es acudir al médico.
Asma
El asma es una afección en la que las vías respiratorias se estrechan e hinchan, lo que puede dificultar la respiración y provocar tos, sibilancia al exhalar y falta de aire.
Para algunas personas, el asma es una molestia menor, pero para otras puede ser un problema que interfiere en las actividades cotidianas y que puede poner en riesgo la vida.
Una de las principales causas del asma son los alérgenos aerotransportados, como lo son el polen, los ácaros, las esporas del moho, la caspa de los animales, así como las partículas de los residuos de las cucarachas.
Lamentablemente el asma no tiene cura, pero sus síntomas pueden controlarse. Lo ideal es aprender a reconocer los factores desencadenantes de un ataque de asma para tomar medidas que puedan prevenirlos, mientras que los medicamentos para su tratamiento incluyen los que son para el control del asma a largo plazo y los de alivio rápido, para un caso de emergencia, también es posible que se tenga que utilizar un inhalador de alivio rápido.
Alergias
Las alergias son un problema común que afectan a muchas personas, estas pueden ser estacionales, es decir, solo aparece en unas épocas del año o al estar en situaciones específicas, como el césped o el polvo; también están que ocurren todo el año, provocadas regularmente por alérgenos de interiores.
Entre los alérgenos de interiores están la caspa de las mascotas, como gatos y perros, moho, ácaros del polvo, así como el polvo de los excrementos de las cucarachas.
Por suerte, existen vacunas contra la alergia que se aplican durante un período, generalmente alrededor de tres a cinco años, para detener o reducir los ataques que provoca.
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