El tema del cambio climático sigue siendo relevante en la agenda mediática mundial presente y permanecerá así en lo que resta de la tercera década del milenio. Todo ello bajo un contexto de lluvias torrenciales, huracanes, tormentas, tifones, inundaciones, sequías e incendios fuera de la normalidad, patrones, frecuencia, duración e intensidad, una escena que completa el relato, alejando cualquier duda sobre lo importante y urgente de las medidas necesarias para la mitigación y adaptación a los inevitables impactos del cambio climático.
Giros en el discurso aparentemente insignificantes dan algunas luces sobre lo que se pretende enfatizar y lo que se busca ocultar o minimizar, entre ellos los disensos que dificultan los acuerdos y el logro de los compromisos.
Al revisar la historia reciente, los últimos 50 años, el tema del ambiente ha ocupado las agendas de la Organización de las Naciones Unidas, desde entonces, los meteorólogos y expertos han elaborado informes señalando las consecuencias de la acción humana sobre el medio ambiente debido al modelo de desarrollo así como a los patrones de consumo empleados. Las demandas generadas están estresando a los ecosistemas del planeta tierra hasta el agotamiento.
Las formas de enunciar este fenómeno socio-ambiental, incluso económico, ha variado con el tiempo, en un principio, se habló de huella de carbono y de huella ecológica, luego, los titulares de los medios anunciaban el angustiante calentamiento global, finalmente se moderó el discurso y se impuso la expresión cambio climático y de seguida se le acompañó con la expresión emisiones de CO2, como el principal factor de la acción humana responsable del calentamiento global.
¿Por qué la expresión “emisión de CO2” desplazó la expresión “huella de carbono”?. ¿Por qué los demás factores que inciden en el cambio climático pasaron a un segundo plano, de menor interés e importancia?
¡Motiva la presente reflexión indagar sobre “¡Las huellas en el cambio climático, evidencias para ayudar a conocer de dónde se viene y a dónde se va!”. Este enfoque se emplea como marco de análisis integral y holístico para mejorar la comprensión del referido fenómeno. Las huellas rescatan al sujeto humano detrás, desvela la contribución de la acción humana en el tiempo, en sus múltiples formas, en el cambio climático.
Las preguntas de rigor
¿Sabe qué es huella ecológica? ¿Y la huella de carbono? ¿Cree que el estilo de vida americano tiene posibilidades materiales de hacerse global, es decir, convertirse en el estilo de vida de la población mundial que ronda los 8.000 millones de personas?.
¿Qué opinas de la intervención humana en los ecosistemas del planeta tierra, es balanceada y equilibrada o es depredadora e irresponsable?
¿Qué países emiten la mayor parte del CO2 que está amenazando con elevar la temperatura de la superficie terrestre por encima de los 2ºC?. ¿Crees que se tiene la voluntad de cumplir con las metas de la emisión de “CO2 neta cero”, para el 2030 y el 2050?. ¿Sabe qué es el “compromiso Emisión Neta Cero”?.
¿El modelo de desarrollo actual desde la perspectiva del medio ambiente es sostenible?.
Algunos hechos y datos
La huella ecológica y la huella de carbono (Global Footprint Network, noviembre 2017)
La huella ecológica es una métrica que incluye la demanda y la competencia por recursos de los ecosistemas de la tierra de todas las actividades humanas que los requiere. Para ello se estandarizó las áreas biológicamente productivas en unidades denominadas hectáreas globales.
El componente de carbono de la huella ecológica, que llamamos huella de carbono mide el área de tierras forestales que se requiere para absorber todas las emisiones de carbono de la actividad humana en exceso de lo que los océanos ya absorben (la huella de carbono también se puede expresar en toneladas de CO2 emitido). Actualmente, la huella de carbono supone el 60% de la huella ecológica de la humanidad. Está indisolublemente ligada a los demás componentes de la huella ecológica (tierras de cultivo, tierras de pastoreo, bosques y tierras productivas para la construcción de edificios y carreteras).
A la oferta de estos recursos, en términos de áreas biológicamente productivas que pueden regenerar todos aquellos bienes y servicios que las personas demandan de la naturaleza, se le denomina la biocapacidad.
De la comparación de la demanda del humano de estos recursos y de la biocapacidad productiva regenerativa de la naturaleza para satisfacerla se pueden hacer las siguientes suposiciones.
En base al modelo de desarrollo y patrones de consumo, llamémosle modo de vida, se determina una demanda de biocapacidad, al plantear mundializar este modo de vida, es decir, hacerle común a la población mundial, a modo de ilustración se presenta el número de planetas tierras necesarios. Si se quiere mundializar el modo de vida de Estados Unidos se requieren 5 planetas tierras, de China casi dos y medio planeta tierra, de Alemania 3 planetas tierras, de la India, 3/4 de planeta tierra, el modelo de Japón ~2,7 planetas tierra, de Brasil 1,8 planteas tierra, de El Congo 3/4 de planeta tierra, de Etiopía 1/2 planeta tierra, de Cuba un poco más de 1 y 1/4 plantea tierra, de la República Islámica de Irán un poco más de 2 planetas, de Suecia un poco más de 3 planetas tierra, de Suiza un poco más de 2 planetas tierra, de Argentina un poco más de 2 planetas tierra, de la República Bolivariana de Venezuela un poco menos de 1 y 1/2 de planeta tierra, de la Federación de Rusia un poco menos de 4 planetas tierra, de Sudáfrica un poco más de 2 planetas tierra. (Global Footprint Networks)
¿Cuándo se rompió el equilibrio, la demanda superando la oferta?: en Estados Unidos antes de 1961, en China en 2001, en Alemania antes de 1961, en Japón en 1965, en Brasil en 1973, en Cuba, en dos oportunidades en 1974 y en 1999, en la República Islámica de Irán en 1994, en Suecia antes de 1961, en Suiza antes de 1961, en Argentina antes del 1961, en la República Bolivariana de Venezuela en 1973, en la Federación de Rusia sin fecha, en Sudáfrica en 1965.
La mayoría de los países del mundo se pasaron de la cuenta y como si nada, están en rojo, dicen que son ricos y viven a cuenta. De hecho en el mundo se rompió el equilibrio en 1970. ¿Es útil o no esta métrica de la huella? Aborda integralmente todos los ecosistemas del planeta tierra.
Compromiso de Emisiones de CO2, en pico e’zamuro
Hechos concretos amenazan:
.-El débil compromiso. En la declaración final del Pacto Climático de Glasgow, una evidencia “ Se observa con seria preocupación las conclusiones del informe de síntesis sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional en virtud del Acuerdo de París 3, según las cuales se estima que el nivel agregado de emisiones de gases de efecto invernadero, teniendo en cuenta la ejecución de todas las contribuciones determinadas a nivel nacional presentadas, es un 13,7 por ciento superior al nivel de 2010 en 2030” y la meta “Emisión Neta Cero” es llevar éstas a 45% por debajo del las del 2010 en el 2030. (Declaración del Pacto Climático de Glasgow, Noviembre 2021).
.-La escasa inversión captada. La inversión mundial acumulada en energías limpias hasta el 2022 fue de US $1,4 billones, la misma es insuficiente para alcanzar los compromisos del 2030 y 2050. Esta inversión debe alcanzar los US $4,5 billones para el 2030.(Agencia Internacional de Energía en su reporte Energy Technology Perspective 2023)
Una historia de dudas y retiradas
.-En diciembre de 1997, en Kioto, Japón, en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), se crea el protocolo de Kioto. Estructurado en función de los principios de la Convención, el protocolo establecía las metas vinculantes de reducción de las emisiones para 37 países y la Unión Europea (UE), los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para la fecha. Entró en vigor en febrero del 2005 y sus compromisos se ampliaron hasta el 2020. Bill Clinton lo firmó, el Congreso no lo ratificó y George W. Bush lo abandonó en el 2001. (wikipedia)
.-En noviembre de 2015, en el marco del CMNUCC, se redacta el Acuerdo de París, entra en vigencia en noviembre del 2016. En Junio del 2017 el presidente de los EE.UU. Donald Trump retiró al país del acuerdo en pro de los intereses económicos de la nación. Firmaron 195 pero ratificaron sólo 97.(wikipedia).
.-Noviembre de 2021, Pacto Climático de Glasgow, Glasgow, Escocia, Reino Unido, Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, declaró: “Hubiéramos preferido una declaración muy clara sobre la eliminación gradual del carbón y (la) eliminación de los subsidios a los ccombustibles fósiles”. ¿Se estarán echando para atrás?
Cuatro países son responsables del 53% de la emisión de CO2 y son: EE.UU. con 27,2%, China con 15,6%, la India con 6,3% y la Federación de Rusia con 4,6. Los seis restantes llevan la proporción a 66,6% y son Japón, Alemania, México, Corea del Sur, Reino Unido y Brasil (Global Foot Print Networks).
¿Qué hacer?
.-Por supuesto cambiar, reducir al máximo posible nuestra huella ecológica, ello pasa por reducir la huella de carbono, también al máximo.
.-Preparar planes de contingencia para los peores escenarios del cambio climático que se proyecten y nos afectan físicamente.
.-Adoptar otro modelo de desarrollo y de consumo, de producción que esté en armonía con el planeta y sus ecosistemas.
.-Hacerle un seguimiento a los compromisos de reducción de emisiones de CO2 de las principales economías, pero no asumir sus agendas.
.-Evaluar con detenimiento las tecnologías limpias y las tecnologías de energías renovables, quiénes tienen el dominio de la tecnología y quiénes están dispuesto a dar transferencia tecnológica.
Fuente: UN
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