La llegada de un frente ártico al Medio Oeste y Noreste de Estados Unidos entre el 3 y el 5 de diciembre provocó temperaturas extremas, con sensaciones térmicas de hasta -25 °C en ciudades como Minneapolis y Chicago.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) advirtieron que la exposición prolongada al frío puede causar congelación, una lesión en la piel y tejidos, e hipotermia, una peligrosa caída de la temperatura corporal.
La congelación suele afectar extremidades como dedos, nariz y orejas. Sus síntomas iniciales incluyen entumecimiento, piel pálida o cerosa y pérdida de sensibilidad. Si no se atiende, puede derivar en daño permanente.
La hipotermia, por su parte, ocurre cuando la temperatura corporal baja de 35 °C. Se manifiesta con escalofríos intensos, confusión, somnolencia y, en casos graves, pérdida de conciencia. Ambas condiciones requieren atención médica inmediata, ya que pueden ser mortales.
¿CUÁLES SON LAS RECOMENDACIONES?
Las autoridades recomiendan medidas simples, pero efectivas: vestirse en capas, usar gorros y guantes, cubrirse la boca y nariz para evitar pérdida de calor, y limitar el tiempo al aire libre.
También es crucial mantener los hogares a una temperatura segura, evitar el consumo excesivo de alcohol —que acelera la pérdida de calor— y estar atentos a niños y adultos mayores, quienes son más vulnerables. En caso de síntomas, se aconseja buscar refugio cálido y asistencia médica inmediata.
¿CÓMO PROTEGER LAS CASAS Y CARROS DEL INTENSO FRÍO?
La Cruz Roja Americana señala que conservar una temperatura mínima de 13 ℃ (55 ℉) dentro de las viviendas contribuye tanto a evitar daños en las tuberías como a disminuir riesgos de salud entre los residentes.
Es por ello, que resulta fundamental mantener la calefacción encendida aunque la vivienda quede temporalmente sin ningún residente.
Asimismo, las autoridades sugieren mantener abiertos los gabinetes para permitir la circulación de aire cálido en torno a las tuberías y dejar correr un leve flujo de agua en los grifos, con el fin de evitar que se congelen.
Además, el Departamento de Transporte de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) recomienda verificar la batería, los líquidos y el sistema de calefacción antes de iniciar cualquier viaje.
También, ante la presencia de nieve o hielo en los parabrisas, aconseja portar herramientas de deshielo y disponer de mantas, agua y provisiones en caso de quedar varados.
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