jueves, 4 de noviembre de 2010

El chocolate consiguió aroma y nombre cimarrón en nueva planta del Estado en Caucagua

Esta planta viene a consolidar un sistema de gestión socialista, propuesto por el Gobierno Bolivariano, para garantizar la producción, el procesamiento y la comercialización de cacao venezolano.
¡A magia, a tierra rebelde y a tambores! A eso huele, el chocolate “El Cimarrón” producido en el sector Marizapa, en Caucagua, estado Miranda; pero, también huele: a alma de gente oscura, invadida de ilusión; a trabajo colectivo, a desafío y a unión. Caucagua se ha convertido en la ciudad, donde lo mejor de nuestro cacao fino de aroma, se condimenta con el amor de una gente que trabaja, junta, en Revolución.


Con cuatro meses de operatividad certificada, la Chocolatera «Guillermo Ribas “El Cimarrón(1)”» está fabricando, diariamente, mil 200 kilogramos de chocolate. Produce: chocolate en tabletas, polvo azucarado de chocolate, monedas de chocolate y cobertura de chocolate; con materia prima que viene, directamente, de la única procesadora de cacao que tiene el Estado: “Cacao Oderí”.


Según la presidenta de la Corporación Socialista del Cacao Venezolano, Tatiana Pugh, la Chocolatera “El Cimarrón”, en Caucagua, es uno de los primeros frutos de un despertar, tras un marcado declive de la producción de cacao en la región mirandina; producto de la falta de acompañamiento técnico y social que, sólo el Gobierno Bolivariano ha sabido afrontar.


Iván Gil, viceministro de Circuitos Agroproductivos y Agroalimentarios del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, reitera cómo —a causa de las políticas neoliberales— en Miranda, la gente había abandonado los cacaotales, por baja rentabilidad, por la vaguada; porque no había atención, por falta de estímulo.


En 50 años, no hubo fundación de nuevas superficies, ni tampoco se rehabilitaron antiguas plantaciones. Las plantaciones que hay, son plantaciones “muy viejas” (de más de 50, 60 años). No hubo ningún tipo de reimpulso por parte de los gobiernos puntofijistas. Incluso, todavía, hoy se encuentran plantaciones que tienen hasta 15 años sin limpiarse. Es necesario aclarar que, una planta de cacao comienza a dar frutos a partir de los 4 años y tiene un ciclo productivo próspero hasta los 50 años. Después, produce; pero no como cuando estaba joven.


“De manera que, cuando este Gobierno comienza a atender las zonas rurales, a garantizar condiciones de vida dignas a la gente, a rehabilitar las plantaciones; entonces, comienzan a reaparecer nuevas oportunidades de trabajo en los cacaotales”, puntualizó el funcionario.


Desfile de cacao y chocolate
La Chocolatera “El Cimarrón” es una planta de propiedad social que pertenece a la Empresa Bolivariana de Producción Socialista “Cacao Oderí(2)”—una Empresa del Estado, inaugurada el 27 de octubre del año 2006—. Esta empresa comprende, además: la Procesadora de Cacao, ubicada en la población de Mango de Ocoyta, en el estado Miranda, que permite el acopio del cacao y el procesamiento de materia prima, como: la manteca, el licor y el polvo del cacao; y la Comercializadora “Sucre” —ubicada en las instalaciones de la Chocolatera “El Cimarrón”—, que establece condiciones y las vías de distribución para la venta del chocolate.


En la actualidad, más de 3 mil productores de cacao, del estado Miranda, arriman su producción a la Procesadora de “Cacao Oderí”. En esa planta, el cacao es procesado, y el 35 por ciento del producto que se obtiene, es llevado a la Chocolatera “El Cimarrón”.


“Allí, esa materia prima es fundida en unos tanques; después pasa a una batidora industrial de mil 500 kilogramos. De ahí, pasa a un sistema de almacenamiento. Luego, pasa a través de unas tuberías, que tienen unos moldes; a una nevera que endurece las tabletas de chocolate. Finalmente, se desmoldean y se comienza el proceso de empaquetado”, describió Leonardo Flores, gerente general de la Chocolatera “El Cimarrón”.


La Chocolatera “El Cimarrón” ofrece las siguientes presentaciones: chocolate oscuro (180 g), chocolate oscuro (50 g), chocolate con leche (180 g), chocolate con leche (50 g), chocolate polvo (250 g). El pueblo puede encontrar dichos productos, a precios justos, en: la Red de Abastos Bicentenarios, Pdval, Mercal, Areperas Socialistas, Tiendas Café Venezuela, abastos a cielo abierto y en el Parque “Waraira Repano”, en Caracas.


Como la estructura de este sistema está concebida pensando en los intereses del pueblo venezolano, los precios de los productos elaborados en la Chocolatera “El Cimarrón” representan un ahorro promedio de 35 por ciento, en comparación con los precios del mercado capitalista: se ofrecen a 15, 10, 4 ó 2,50 bolívares por debajo de los precios del chocolate expendido en los establecimientos capitalistas”.


Un nuevo modelo estratégico de gestión
Según el viceministro Iván Gil, el Estado tiene un modelo de gestión socialista “bien completo” para el procesamiento de cacao. “Se cumplen todas las fases, desde el inicio de la producción primaria, hasta el proceso de distribución y venta: tenemos a los pequeños productores, que hacen la planificación de la producción, del arrime, de las tareas culturales que requiere la producción de cacao, que es muy especial; por otro lado, están los trabajadores de las plantas, los planificadores de las instituciones y los consejos comunales”.


Es un modelo que no sólo ha permitido incrementar la participación, sino también ir recuperando los cacaotales y aumentar la producción de cacao. Se debe recordar que, el cacao requiere alta inversión en mano de obra para su cultivo; el cultivo de cacao es una tarea donde las manos de la gente son, sumamente, significativas.


Richard Canán, ministro del Poder Popular para el Comercio, insiste en que, «la Empresa “Cacao Oderí” es importantísima para nuestra soberanía; porque, nos permite hacer un procesamiento del cacao para su colocación en el mercado nacional y para la exportación hacia países aliados. ¡Fíjense que!, en la última gira presidencial, se firmó un acuerdo con Rusia, para hacer constituir una empresa mixta de producción y procesamiento de cacao. Así que, vamos a poder llevar el mejor cacao del mundo, directamente, a las mesas de los rusos, y sirios —que también están interesados, en estos productos de altísima calidad, hechos por manos barloventeñas».


Canán refirió cómo antes, el mejor cacao, se destinaba para la exportación y no se les permitía a los venezolanos degustar el cacao puro, el cacao fino de aroma. “En cambio, ahora, el pueblo tiene acceso al mejor chocolate del mundo; exportaremos, tendremos divisas, ganancias para el país; y la soberanía, la integridad de nuestro pueblo y la diversificación de nuestra economía continuará desarrollándose”, arguyó.


Nuevos hombres…
En la Chocolatera “El Cimarrón”, quienes le dan la imagen, el sabor, el aroma y el cariño a los chocolates son: los trabajadores y trabajadoras. Iris Flores, operadora de la máquina de envolver chocolates, expresó que el trabajo dentro de la planta es dinámico, bastante armónico y se hace con “mucho amor y voluntad, para instaurar un modelo socialista que nos libere de la opresión”.


Esta mujer, de 38 años de edad, antes trabajaba en Empresas Polar y salió muy decepcionada de allí, porque no le gustaba el sistema de trabajo capitalista: “los trabajadores no teníamos ninguna libertad de expresarnos, siempre las directrices las imponía un superior; tampoco tomaban en cuenta nuestras habilidades, talentos; siempre estábamos en una posición muy baja, porque no habíamos estudiado (nosotros éramos mayoría; pero, no se tomaba en cuenta sino la opinión de una minoría con poder); en cambio, aquí (en la Chocolatera “El Cimarrón”) nuestras voces son escuchadas; tenemos seguridad social; nos dan oportunidades de estudio; es otro sistema”.


Jesús Manuel Osío, otro trabajador de la planta, se siente muy orgulloso de ser un cimarrón: “Este cambio del Capitalismo al Socialismo es trascendental, porque le está abriendo muchas ventanas de oportunidades al pueblo que siempre estuvo excluido. Yo ahorita estudio Agroalimentaria, en el Instituto “Argelia Laya”, en Higuerote. Esto es una prueba de que, el pueblo está despertando y de un nuevo modelo de gestión”.


Para el joven Jesús Manuel, la integración con la comunidad es la única llave para construir, con éxito, el Socialismo. Contó que, los 57 trabajadores de la Chocolatera trabajan de la mano con 18 consejos comunales de la zona. La Chocolatera “El Cimarrón” se ha transformado en un enlace entre las instituciones y las comunidades organizadas.


Jesús Manuel es hijo de productores cacaoteros y llegó a la Chocolatera con el conocimiento de cómo se procesa el cacao. Por eso, decidió estudiar Agroalimentaria: “Quería demostrarle a mis abuelos y a mis padres que sí es posible trabajar la tierra, disfrutar de lo que uno mismo produce y poder ayudar a nuestra gente”, explicó.




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