viernes, 12 de noviembre de 2010

“Por encima de los formalismos debe prevalecer la justicia”

  Dip. Tulio Jiménez. Presidente de la Com. Política Interior. Garantías
                                                                               
                    Constitucionales. Derechos Humanos. Asamblea Nacional.

                               Reciba usted, en nombre de Dios Todopoderoso, Creador del Universo y la humanidad entera, y en nombre de los libertadores del mundo, un afectuoso saludo de quienes creen plenamente en los pensamientos e idearios socialistas y revolucionarios, que retumban las almas de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana.
                        Una de la grandes luchas conquistadas que rompió las cadenas de la esclavitud de una putrefacta sociedad de consumo, para dar inicio a la refundación de una República que vislumbramos desde el ser poniente de un nuevo horizonte “… refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica… en un Estado de Justiticia… y el imperio de la ley… asegure el derecho a la vida, al trabajo… a la justicia social y a la igualdad sin discriminación…” (Preámbulo CRBV), fue la creación de nuestra magnánima Constitución Bolivariana a la que debemos el mayor de los respeto como soldado de esta revolución, por que es ella el verdadero y supremo autor que desde el empíreo nos infunde el sublime aliento para ser una patria libre y soberana cual “Palomo” cabalgando por nuestros llanos bolivarianos ondeando la bandera de la máxima felicidad.
                        Somos un colectivo de mas de 2400 familias, fieles a la causa, que gritamos con brío y pedimos que la opresión de los quinta columnas enquistados en nuestra instituciones fenezcan para dar paso al poder que nos ha legado y conferido como pueblo soberano e invertir de una vez por toda la pirámide  representativa y paradigmática que en nada se nos asemeja.
                        Son 2400 voces, que le pide, amigo presidente, que por vía de gracia le sea devuelto su dignidad la cual fuera pisoteada por enemigos ocultos (…”no nos gustan que nos patoteen…. Néstor Kischner, expresidente de Argentina).
                        Fuimos excluidos de  nuestra nòmina de la Alcaldía Mayor por el actual alcalde, por el hecho de ser orgullosos chavistas, a pesar de existir una resolución presidencial de inamovilidad laboral. Desaparecieron nuestros documentos que consignamos ante el Ministerio del Trabajo. Fuimos patoteados y excluidos del amparo constitucional por no lograr la impugnación que establece la Ley Orgánica del Trabajo, cuyos principios oligárquicos nace de una constitución extinta del año 1961.
                        Fuimos desaparecidos y convertidos en verdaderos fantasmas para que nuestros salarios caídos no fueran cancelados.
                        Esta pesadilla comenzó un 31 de diciembre del año 2008 y hasta la presente fecha aun continuamos sin una respuesta favorable. Muchos de nosotros hemos sobrevivido, otros ya han fallecedido. Nuestros hijos, nuestros nietos, claman por un pan a cada instante y solo reciben consuelo y la esperanza que hemos puesto en usted, amigo presidente, por que somos ungidos de Chavismo, dulce y amarga miel y que no hay vuelta atrás, pues tus caminos son nuestros caminos… (“Al andar se hace camino y al volver la vista atrás, se ve la senda que no se ha de volver a pisar, caminante no hay caminos, se hace comino al andar… Antonio Machado)
                        Somos 2400 manos que unidas con lazos, trenzamos en nuestras comunidades una gran red para la pesca fructífera en el fortalecimiento de un país nuevo, una patria nueva, un mundo mejor, con destellos de luces a la America en nación, pues somos el ejemplo, somos la Caracas forjadora, la Caracas de Guaicaipuro y de Bolívar.
                        Fundamentamos nuestra petición de gracia de conformidad con lo establecido en los artículos 75, 87, 89, 91, 93 y 131 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
                        En el centro de toda familia unida, siempre ha existido desavenencias, errores y omisiones, estamos dispuestos a perdonar a quien se debe perdonar, pues es tiempo de rectificación, solo pedimos nos devuelvan nuestra dignidad y se nos cancelen lo justo, para seguir reforzando nuestra revolución.
                        Nos despedimos, con el slogan que usted mismo nos inculcó… Patria, Socialismo o Muerte…. ¡Venceremos!




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