sábado, 5 de octubre de 2013

El extraño dormir de las embarazadas junto a sus parejas

El proyecto fotográfico “Waiting”, de Jana Romanova retrata el cómo lucen cuando duermen los futuros padres en Rusia.

 La necesidad de más espacio versus la contención emocional son algunas de las contrariedades que se presentan a la hora del dormir en una pareja embarazada.

Es que para ella será cada vez más difícil alcanzar una posición cómoda. Es que la pancita con bebé adentro pesa y los malestares típicos del estado de gravidez son constantes y agobian.

Mientras tanto, en el otro extremo de la cama, quedará él. Pero su papel no es menor, aún cuando sus parejas los quieran estrangular por lo feliz que se ven durmiendo. Ellas, a pesar de todo, requieren de su compañía, cariños y abrazos para sobrepasar en compañía las largas noches de los meses de gestación.

¿Qué sucede en esa intimidad? ¿Cuál es la mejor postura para descansar? ¿Cómo lucen los cuerpos en este largo tránsito?

Tal vez esas fueron las preguntas que llevaron a la fotógrafa y periodista rusa Jana Romanova a crear su proyecto, “Waiting” o “En espera”, como se diría en español.

Es una serie de 40 fotografías tomadas entre el 2009 y 2012, a distintas familias jóvenes en su época de reproducción y que viven en San Petersburgo y Moscú. Son 40 instantáneas, al igual que las 40 semanas de embarazo.

Inspirada en la experiencia vivida cuando sus amigas estuvieron embarazadas, la artista, se acomodó durante la noche en la casa de los futuros papas y durante las primeras hora de la mañana con las luces frescas cruzó el umbral de su puerta, para ir a hurtadillas a inmiscuirse en las habitaciones nupciales.

El objetivo, fotografiar la forma en que duermen durante un lapso de 10 minutos. Casi siempre desde las alturas y arriba de las escaleras que existen en casi todos los departamentos de estas dos ciudades.

“Temprano en la mañana es un momento en que la gente realmente no se preocupa por su apariencia, son más naturales y así se puede apreciar su actitud hacia los demás y hacia la pequeña vida que está creciendo dentro de su familia”, explicó la artista a la revista FastCoDesign.

El resultado es que se abrazan, contemplan, aparecen niños insomnes, se cruza un gato y hasta se nota, en la mayoría de las parejas, como si padecieran juntos las mismas fatigas y estado de sus barrigas.

No cabe duda, que Romanova dedicada a investigar las identidades colectivas en Rusia y la antigua Unión Soviética, tiene un ojo especial para sorprender con ese instante que devela el estado de ánimo y el tipo de relación que se puede aventurar con solo mirar el cómo duermen.

Además, muestra el evidente cambio de hábitos que implica la espera de un hijo. “No sólo la mujer debe acomodar su comportamiento durante la espera, también el hombre se ve en la obligación de, por ejemplo, de ceder espacio y estar atento a la comodidad de su pareja”, explicó la autora.

El proyecto investiga también la forma, en que las familias jóvenes, viven en las grandes ciudades de la Rusia moderna. El trabajo de Romanova, que está representado por la Agencia Anzenberger, será exhibido próximamente en el Mosteiro de Tibães en Portugal.

“Al comienzo del embarazo es mas común la somnolencia y el cansancio, lo que obliga a dormir más horas y a medida que va creciendo el abdomen, la mayoría puede tener reflujo gástrico, frecuentes ganas de orinar, ahogos, otras futuras mamas se inquietan por los movimientos del bebe y otras, debido a su sistema nervioso pueden generar cuadros de insomnio”, detalla Paola Terán Vargas, del equipo de matronas del Centro de Maternidad Integral, Obsnatura.

Añade que efectivamente dormir en pareja se dificulta por dos motivos principales. Uno es la necesidad de espacio y libertad para acomodarse en la cama y otro, es la preocupación de no molestar al otro por el exceso de movimiento que acompaña al desvelo.

“Incluso algunas mujeres le da un poco de celos ver al hombre dormir plácidamente y hasta roncar, lo que dificulta mas la propia concentración para conciliar el sueño”, dice.

¿Qué hacer para mejorar la situación? Paola Terán, que también es experta en terapias complementarias, opina que el hombre puede ser de gran ayuda para crear una rutina de relajación antes de dormir, teniendo que ser siempre muy empático con la mujer, ya que ella estará en un grado alto de sensibilidad.

Lo bueno, dice Terán, que ese estado hará que cada gesto lo sienta como una entrega de amor que le servirá para disminuir los niveles de ansiedad.

“Un masaje de relajación en la espalda o los pies, apagar televisión y computador temprano para disminuir los estímulos y cambiarlo por música tranquila o una lectura, sirven. También apagar la luz o dejarla muy baja y entregar unos abrazos cariñosos podrían ser una atmósfera ideal antes de dormir”, recomienda.

Otro consejo y aunque divida la cama, es optar por dormir con un cojín para afirmar el abdomen y asegurarse que no será aplastado por la misma madre, ya que ese pensamiento es muy inquietante y dificulta conciliar el sueño.

Además, indica que sirve hacer actividad física si es que no existe contraindicación o ejercicios de respiración. Aparte, durante el día optar por té de hierbas permitidas, leer, escuchar música tranquila y puede ser de gran ayuda darse una ducha o baño de tina con sales relajantes.

¿Qué no hacer jamás? Para la experta, quedan prohibidas las bebidas estimulantes o con cafeína durante el día y la noche. Cenar o ingerir alimentos contundentes muy tarde y beber gaseosas o jugos muy ácidos. La idea es evitar malestares gástricos, reflujo y micciones frecuentes. 





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