lunes, 19 de mayo de 2014

Min-Ambiente entregó al río Orinoco más de 20 mil tortugas arrau

Esta especie, que se encuentra en peligro de extinción, forma parte de un programa de conservación que el Estado venezolano ejecuta desde hace más de 20 años y que -tal como lo acotó el ministro Miguel Leonardo Rodríguez- recibió un reimpulso en Revolución. Hasta la fecha han sido liberados unos 630 mil a 650 mil ejemplares.

Hay playas, en el río Orinoco, que en verano relumbran bajo el sol y en invierno están cubiertas por las aguas. Fue sobre uno de esos espacios de corta vida -en Santa María del Orinoco, estado Apure- donde la existencia milenaria de las tortugas arrau volvió a ganarle una partida a la extinción. Tortugas pequeñas (de un año de vida), y también tortugas enormes (de más de 50 kilos de peso) fueron liberadas el sábado al mediodía en un acto encabezado por el titular del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), Miguel Leonardo Rodríguez.
En la jornada -marcada por una verdadera fiesta popular con la participación de niñas, niños, adultas y adultos de las comunidades cercanas- el despacho ambiental soltó en el río Orinoco 20 mil tortuguillos (que habían sido captados de los nidos el año pasado) y 140 ejemplares de mayor tamaño y de más edad. Hay cosas que no se pueden fingir, y el amor y el respeto por los animales y por la naturaleza es una de ellas. El propio Rodríguez, entre sonrisas y con extremo cuidado, cargó la tortuga más grande y longeva y la llevó hasta la orilla para que se reencontrara con el agua.

CUIDADOS DURANTE UN AÑO

El programa de conservación de la tortuga arrau -especie en peligro de extinción- suma más de 20 años de trabajo, durante los cuales no solo se mantuvieron en pie las liberaciones de tortuguillos, sino que se edificó un refugio en Santa María del Orinoco; sin embargo, como lo recordó el sábado el ministro bajo el sol implacable que relumbra en la zona, fue en Revolución que experimentó un decidido reimpulso.
“Este programa realmente se vigorizó mucho a partir del año 2000”, subrayó. Hasta la fecha han sido liberados unos 630 mil a 650 mil ejemplares, “y el 90% se ha hecho, justamente, en los últimos años”, celebró.
Rodríguez enfatizó que las tortugas desovan en las playas que el verano deja en el Orinoco. En 2014 “desovaron casi 600 tortugas” en igual número de nidos. “Ellas son muy fértiles, pero la posibilidad de sobrevivencia es muy baja”, acotó. Con el programa se busca captar los tortuguillos recién nacidos, llevarlos a zoocriaderos, alimentarlos y cuidarlos durante un año y liberarlos con un tamaño de 15 centímetros o más, lo que les ofrece mayores posibilidades de supervivencia.
“Para nuestro gobierno, para la Revolución Bolivariana esto no es una postura, este no es un show que hacemos. Ustedes ven el sacrificio que implica el solo llegar aquí”, expresó el ministro. Y no lo decía por exagerar: los equipos periodísticos -invitados por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente- volamos el sábado temprano hasta Puerto Ayacucho (Amazonas) en un avión Skytruck de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). De Puerto Ayacucho rodamos casi una hora por tierra hasta El Burro, acompañados por Javier Valera, director general de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica, quien en el trayecto explicó el cambio de visión en la construcción de la estrategia para resguardar las especies en riesgo. En el embarcadero de El Burro abordamos lanchas Piraña de la GNB; en ellas recorrimos más de 40 minutos hasta llegar a Santa María del Orinoco, donde las tortugas esperaban por su liberación ante por lo menos tres decenas de personas expectantes.
“Nosotros dormimos en esta playa, y digo dormimos porque aquí estábamos para ver el desove. Luego, 45 a 60 días después, para ver la eclosión, recoger los tortuguillos, llevarlos a nuestros tanques” y protegerlos durante un año. Es un programa “de mucha dedicación”, detrás del cual hay mujeres y hombres que han dedicado buena parte de su vida a estos animales, indicó Rodríguez. Una de esas mujeres es Eddys Solórzano, investigadora y funcionaria del Minamb nacida en los llanos venezolanos que mantiene un compromiso férreo con la fauna venezolana desde hace más de dos décadas.

UNA MISMA ESTRATEGIA

El programa para resguardar la tortuga arrau “se inscribe perfectamente en la estrategia nacional de diversidad biológica” y se conecta con el quinto objetivo histórico del plan de la patria, remarcó Rodríguez. Este animal, deploró, fue visto como mercancía para la venta en el contexto capitalista. Ahora -gracias al esfuerzo sostenido del despacho ambiental- podría asomarse a una nueva oportunidad en su propia casa: el río Orinoco.

GESTIÓN COMPARTIDA

El ministro Miguel Leonardo Rodríguez destacó los logros de la gestión ambiental compartida en cuanto a la conservación de la tortuga arrau, porque los tortuguillos no solo son criados en el refugio que tiene el Minamb en Santa María del Orinoco; también son cuidados por Petrocedeño (en la estación biológica que tiene Petróleos de Venezuela) y por instituciones del Ministerio del Poder Popular para Agricultura y Tierras, entre otras organizaciones. En la repartición de tareas también destaca el rol de la Guardia Nacional Bolivariana, responsable de la protección de estos animales, de sus nidos y de sus huevos.




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