viernes, 1 de agosto de 2014

Estrangularon a embarazada y la enterraron en una fosa

Múltiples lesiones dañaron su cuerpo: hematomas, fractura de cráneo, presuntamente ultrajada y degollada, la chica de piel morena, sencilla, tímida y de familia numerosa, estuvo ausente de su hogar por varios días pero nadie sospechó que estaría sin vida. 
Un testigo la vio el pasado domingo 27 en Pampanito, el lunes ya no le contestó el teléfono celular a su prima ni a su mamá; la mente enferma y aborrecible de un hombre cercano ya la habría sentenciado a muerte.
Sin explicar
Betania Josefina Torres Dávila, estaba buscando empleo desde que regresó de Caracas donde estuvo en el servicio militar, hasta el mes de noviembre de 2013. Sus familiares comentaron a DLA que era introvertida y no tenía malas juntas, pero de vez en cuando se quedaba fuera de su casa y se comunicaba por teléfono, para que no se preocuparan.
Según su mamá, la última vez que salió de la casa en Tres Esquinas, municipio Trujillo, fue el sábado 26 a las 6 y media de la tarde, vestía un pantalón blanco y una blusa color negro, no dijo para dónde ni con quién iba. Comentaron que tenía novio a escondidas porque nunca lo confesó abiertamente y no lo llevó a la casa. El domingo 27 también la vieron, hasta que se perdió contacto con ella.
Cuerpo
Se presume que aproximadamente dos días estuvo el cadáver bajo tierra y piedras, en una zona cercana al río Castán en Tres Esquinas, a varios metros de su residencia.
El homicida de quien aún no se tienen datos, le ocasionó diversas lesiones en la cabeza y brazos al parecer con piedras de gran tamaño que abundan en el lugar, luego le cortó el cuello hasta que la mató.
La mente macabra del sujeto no se detuvo ahí, se tomó el tiempo para abrir un hueco, colocar el cuerpo, dejar la cédula de identidad entre la blusa y taparlo con tierra completamente, además de colocarle varias piedras encima, sólo quedaba a la vista parte del rostro. El rumor del cadáver cerca del río en la zona residencial alertó a la familia, quien se acercó y lamentablemente se dieron cuenta que era Betania.
Necropsia
El Cicpc Sub Delegación Valera y Trujillo efectuó la colecta de evidencias en el lugar del atroz crimen y debido a las múltiples lesiones, practicaron la necropsia en el lugar; la familia conmovida en medio de la impotencia y sufrimiento decidió llevarla al Cementerio Buen Pastor de Trujillo, pocas horas después. Los gritos resonaron a las 4 pm en el sepelio de Betania, gritos de dolor que clamaron por doble justicia: la de Dios que es infalible y la de los hombres, por atentar contra sus semejantes.
La evaluación forense aportó otro dato desconocido para los Torres Dávila, Betania estaba embarazada. No fue nada fácil para los padres y 11 hermanos aceptar que ya no la verían más y que existiera alguien con intenciones de atentar de esa manera contra una muchacha en la flor de la vida; por lo cual exigen todo el peso de la ley para el culpable o los implicados, que se investigue y busque hasta en el último rincón del país si es necesario y sin clemencia, para que obtenga el castigo que merece.
Víctimas femeninas
Los crímenes contra la mujer desafortunadamente van en aumento, el maltrato por parte de parejas estables o no, sigue causando daños psicológicos, físicos, emocionales y acabando con la vida de las jóvenes en este país; situación que solo expertos en la materia pueden analizar. Para diversos movimientos internacionales en pro de la mujer, la ley aún no castiga suficientemente los atentados contra las féminas y en atrevimiento particular, Venezuela tampoco. La macabra muerte de la trujillana Betania Torres (19), tiene que “gritarle” a las autoridades penales venezolanas que los homicidas de esa calaña, deben ser capturados y castigados sin clemencia alguna.
Fuente:  diariodelosandes



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