Emma Whitfield acaba de recibir la peor
noticia: a su hija Evie, de ocho años, le quedaban meses de vida por
culpa de un tumor cerebral. Pero decidió que el poco tiempo que iban a compartir fuera absolutamente memorable. Y para ello quería que su pequeña cumpliera todos sus sueños.
En vez de decirle a Evie que su enfermedad era incurable y que escribiese una lista con todo lo que desease hacer antes de morir, le pidió que se imaginara que era una reina y que escribiese todo lo que haría si tuviera la suerte de estar en tan privilegiada situación.
En vez de decirle a Evie que su enfermedad era incurable y que escribiese una lista con todo lo que desease hacer antes de morir, le pidió que se imaginara que era una reina y que escribiese todo lo que haría si tuviera la suerte de estar en tan privilegiada situación.
Los deseos de la niña incluían una visita a Disneyland, patinar sobre hielo, tener un perrito, y por supuesto, conocer a los One Direction. Cuando 10 meses después la niña murió, todos sus deseos se habían hecho realidad. Y Emma se salió con la suya: su hija jamás sospechó que se trataba de sus últimas voluntades.
“Haberle pedido que escribiera una lista de deseos para hacer antes de morir habría sido horrible, así que me las apañé para poder conseguir la información sin que ella supiera lo enferma que estaba”, asegura al Mirror la mujer de 32 años y que trabaja como camarera en el comedor de la escuela infantil de Hull (Inglaterra).
“Mi hija se estaba muriendo, pero hacer realidad todos sus sueños la hizo tremendamente feliz. Para mí eso es impagable” asegura.
“Haberle pedido que escribiera una lista de deseos para hacer antes de morir habría sido horrible, así que me las apañé para poder conseguir la información sin que ella supiera lo enferma que estaba”, asegura al Mirror la mujer de 32 años y que trabaja como camarera en el comedor de la escuela infantil de Hull (Inglaterra).
“Mi hija se estaba muriendo, pero hacer realidad todos sus sueños la hizo tremendamente feliz. Para mí eso es impagable” asegura.
Un desmayo y la peor de las noticias
Evie se desmayó en febrero de 2013 mientras estaba en clase. Cuando se despertó, su habla era confusa, por lo que sus profesores sospecharon que había sufrido algún tipo de ataque. Las pruebas que le realizaron en el hospital confirmaron lo peor: tenía un tumor en la cabeza que resultó ser cancerígeno.
Tras dos semanas de hospitalización, los médicos comunicaron a Emma que no se podía hacer nada y que a la pequeña le quedaban meses de vida. “Me quedé en shock, pero en seguida me recompuse: tenía que ayudar a Evie”, recuerda Whitfield.
Y la ayudo de una forma que algunos no entenderán, pero que seguro hizo que la niña disfrutara más del poco tiempo de vida que le quedaba: no le contó que iba a morir. “Evie era una niña que se preocupaba mucho, y no quería cargarla con esa notica tan fuerte. Se habría asustado muchísimo”. En vez de eso le dijo que estaba mala y que los médicos la iban a ayudar.
Evie se desmayó en febrero de 2013 mientras estaba en clase. Cuando se despertó, su habla era confusa, por lo que sus profesores sospecharon que había sufrido algún tipo de ataque. Las pruebas que le realizaron en el hospital confirmaron lo peor: tenía un tumor en la cabeza que resultó ser cancerígeno.
Tras dos semanas de hospitalización, los médicos comunicaron a Emma que no se podía hacer nada y que a la pequeña le quedaban meses de vida. “Me quedé en shock, pero en seguida me recompuse: tenía que ayudar a Evie”, recuerda Whitfield.
Y la ayudo de una forma que algunos no entenderán, pero que seguro hizo que la niña disfrutara más del poco tiempo de vida que le quedaba: no le contó que iba a morir. “Evie era una niña que se preocupaba mucho, y no quería cargarla con esa notica tan fuerte. Se habría asustado muchísimo”. En vez de eso le dijo que estaba mala y que los médicos la iban a ayudar.
Deseos cumplidos
Fue entonces cuando Emma empezó a pensar en la lista de deseos de su hija. Y lo planteo como un juego. Si fueras reina… ¿Qué harías? La respuesta no pudo ser más tierna. Visitar Disneylandia y Legoland (el parque de atracciones de Lego), celebrar su cumpleaños patinando sobre hielo, ver un musical en Londres, ir a una juguetería, conocer a One Direction y tener un perro y un conejo.
Aunque la pequeña no pudo conocer a One Direction, la banda grabó un vídeo en el que sujetaban un cartel con un “Ponte buena, Evie. Amor, One Direction”. La niña vio el vídeo 500 veces en el hospital y estaba contentísima conque sus ídolos supieran quién era ella.
Junto con su familia pudo visitar Londres y ver el espectáculo ‘Mamma Mia’. Un mes después, fueron a Legoland. Y lo mejor de todo llegó en Disneyland Paris. Evie, que iba en silla de ruedas por culpa de su enfermedad, se saltó todas las colas para las atracciones y para conocer a los personajes de la mítica productora. “Se sintió como una VIP” asegura su madre. Por supuesto, también consiguió su perro y su conejo.
“Todos los dulces recuerdos de sus últimos meses de vida me ayudan a superar este duro trance” cuenta Emma, que ha fundado una organización llamada ‘Evie’s Wishes’ para que otros niños con enfermedades terminales puedan cumplir sus últimos sueños.
Fue entonces cuando Emma empezó a pensar en la lista de deseos de su hija. Y lo planteo como un juego. Si fueras reina… ¿Qué harías? La respuesta no pudo ser más tierna. Visitar Disneylandia y Legoland (el parque de atracciones de Lego), celebrar su cumpleaños patinando sobre hielo, ver un musical en Londres, ir a una juguetería, conocer a One Direction y tener un perro y un conejo.
Aunque la pequeña no pudo conocer a One Direction, la banda grabó un vídeo en el que sujetaban un cartel con un “Ponte buena, Evie. Amor, One Direction”. La niña vio el vídeo 500 veces en el hospital y estaba contentísima conque sus ídolos supieran quién era ella.
Junto con su familia pudo visitar Londres y ver el espectáculo ‘Mamma Mia’. Un mes después, fueron a Legoland. Y lo mejor de todo llegó en Disneyland Paris. Evie, que iba en silla de ruedas por culpa de su enfermedad, se saltó todas las colas para las atracciones y para conocer a los personajes de la mítica productora. “Se sintió como una VIP” asegura su madre. Por supuesto, también consiguió su perro y su conejo.
“Todos los dulces recuerdos de sus últimos meses de vida me ayudan a superar este duro trance” cuenta Emma, que ha fundado una organización llamada ‘Evie’s Wishes’ para que otros niños con enfermedades terminales puedan cumplir sus últimos sueños.
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