lunes, 15 de septiembre de 2014

Vladimir Villegas: "Le apuesto al éxito de Maduro porque su fracaso nos haría mucho daño"

"Liberar a Simonovis sería importante para la reconciliación, pero el diálogo no debe limitarse a eso..." "En Venezuela existe libertad de expresión con limitaciones. Yo quisiera que hubiera mucha más".
 Son pocos los hombres públicos venezolanos que tienen el privilegio de sentarse a conversar, en serio, tanto con la alta dirigencia del chavismo, así como con la de oposición. Uno de ellos es el periodista Vladimir Villegas, quien, habiendo dejado las filas del oficialismo, ha sabido manejarse como ferviente "militante del partido del dialogo". Pero en medio de tan complicado ejercicio de equilibrio no falta la leyenda negra y él no tiene problema en reconocer que mucha gente lo acusa de "guabina". Guabina, sin embargo, que aparece a la hora de los tan frecuentes y poco fructíferos llamados al diálogo, sobre todo en situaciones como las que vivió el país durante el primer semestre del año.

-El 26 de febrero, en la instalación de la Conferencia por la Paz, dijiste que "haremos lo necesario para evitar más muertes". Le planteaste al Gobierno la creación de "un clima de confianza" para sostener el diálogo y las garantías suficientes para saber que "no vamos a perder el tiempo". Seis meses después, ¿no crees que perdiste el tiempo, que no se creó ningún clima de confianza y que no se evitó más muertes?

-Se evitó situaciones más graves de las que vivíamos entonces porque la convocatoria a diálogo logró, en alguna medida, bajar los ánimos y crear conciencia de que por esa vía se puede resolver los problemas. Creo que no se perdió el tiempo porque no están cerradas las puertas a la posibilidad de volver al diálogo, extenderlo a todos los ámbitos y resolver el caso de los detenidos.

-Propusiste liberar a Simonovis y no pasó nada.

-Lamentablemente no ha pasado, aunque se debe retomar esas iniciativas. Sería un paso importante hacia la reconciliación. Ahora, el diálogo no debe limitarse a este tipo de situaciones porque está por encima de cualquier condicionante y esas medidas podrían ser resultado de un exitoso proceso de conversaciones. En ese sentido convocan al optimismo posturas como la del nuevo Secretario General de Unasur, el expresidente colombiano Ernesto Samper, quien puede contribuir al restablecimiento del diálogo e intuyo que si lo planteó es porque recibió alguna señal del Ejecutivo.

-También recomendaste la creación de un grupo de trabajo que se acordara sobre una agenda previa. Está claro que no se trataba solo de superar una situación de violencia, sino de abrirle camino a la convivencia y a la gobernabilidad. Pero de eso no quedó nada.

-En el campo económico se crearon grupos de trabajo. Si bien no se resolvieron los grandes problemas, algunos temas, planteados por los empresarios, se fueron resolviendo.

-Pero los problemas de fondo se dejaron intactos.

-Efectivamente y por eso me atrevo a replantear la creación de un Consejo de Asesoría Económica, compuesto por voces independientes, procedentes de distintos sectores y con diferentes visiones, chavistas y no chavistas, que le propongan al gobierno iniciativas en esa materia. Así el Gobierno dejaría de remitirse solo al criterio de quienes comparten su mismo pensamiento económico.

-Ante los magros frutos de la iniciativa, ¿no cabe pensar que el Gobierno se decantó por el diálogo en un momento de debilidad y que luego de recuperar el control, olvidó las buenas intenciones?

-Esa es una hipótesis. Pero en realidad no había convencimiento total, ni en el gobierno, ni en la oposición, sobre la necesidad del diálogo. Desde ambos sectores se saboteó por falta de claridad y de unanimidad, en torno a ese recurso del cual podemos sacar provecho todos los venezolanos. Por eso era difícil que cristalizara. Ahora, en el mundo sobran ejemplos de tentativas que, a pesar de las dificultades, terminan por imponerse, como lo está demostrando el caso colombiano. Es difícil ponerse de acuerdo, máxime cuando no hay voluntad de reconocer la existencia del otro quien, además, tiene el derecho de pensar diferente.

-Todo depende de hasta dónde se quiera llegar. Si vas al diálogo con un gobierno que no está dispuesto a conceder en nada (ni en lo coyuntural ni en lo estructural) y se mantiene aferrado a una concepción de la economía que está llevando el país a la quiebra, no hay nada qué hacer.

-Ese es un tema para la discusión. Yo no soy economista, pero creo que se debe escuchar otras voces y atender las realidades de la economía, lo cual no implica olvidar a los más débiles. Así mismo, se impone la necesidad de pasar de un modelo rentista a uno productivo, objetivo que, siendo el gran reto del proceso, no se ha podido cumplir. En realidad hemos retrocedido y hoy somos más rentistas que hace 15 años.

-¿No obedece ese retroceso al intento de imponer una economía que, bajo la óptica marxista-leninista, está condenada al fracaso?

-No creo que nuestros problemas económicos obedezcan al intento de imponer un modelo marxista-leninista. Aquí no hay ni marxismo-leninismo, ni socialismo. Tenemos, sí, la reproducción de las taras de modelos del pasado. Lo que se plantea es hacer real el mandato constitucional, que da espacio a una economía mixta y a diversos tipos de propiedad.

-Cuando digo marxismo-leninismo me refiero al control creciente del Estado sobre la actividad económica.

-¿Cómo hablar de un modelo marxista-leninista en una sociedad donde la banca es el sector con mayores ganancias?

-Esa es una de las contradicciones en las que se debate el Gobierno. Pero, ¿niegas su intención de controlar actividades económicas que no le corresponden al Estado?

-El Estado debe preocuparse de lo que le corresponde. No puede tomar, de manera dogmática, medidas privatizadoras o estatistas. Creo, por ejemplo, que las empresas estratégicas no deben ser privatizadas.

-Pdvsa está viviendo una crisis profunda.

-Es difícil la situación de Pdvsa. No soy experto en el tema y como decía Luis Herrera, "a animal que no conozco no le jurungo el rabo". Pero es evidente que vive una situación compleja. Veremos si los cambios que se han dado apuntan a la corrección de los problemas. Pero insisto, todo eso se puede plantear en una instancia como la del Consejo de Asesoría Económica. Hay que pasar de los temas puntuales a los grandes temas. Creo que se debe fortalecer al empresariado nacional. A mí me da envidia observar a presidentes de otros países, en sus giras internacionales, acompañados de representantes del sector privado. ¿Por qué nuestro presidente no los incluye en su comitiva?

-¿No será porque los quiere liquidar como clase?

-No creo que quiera liquidarlos, pero ha habido errores en la conducción de la política económica. Cuando el presidente Maduro se sentó a conversar con Fedecámaras se envió un mensaje muy positivo que debe repetirse. La agenda compartida por ambos factores es muy amplia y no pueden caer en el chantaje de los extremistas, sean chavistas u opositores.

-Así como el Estado tiende a controlar la economía, hace lo propio con los medios. La tesis de la Hegemonía Comunicacional, proclamada por Andrés Izarra, es un objetivo alcanzado parcialmente. ¿Crees que el predominio de una sola visión informativa, de una sola línea editorial, de un solo pensamiento, del reflejo de una sola perspectiva sobre la realidad, se corresponden con la libertad de expresión y el derecho a la información?

-Me remito a lo que veo en la prensa y allí hay opiniones de todos los sectores. Eso es apreciable en los medios de televisión y radio donde trabajo, en el diario en el cual escribo y en El Universal. Que hay un sector del gobierno que cree en la Hegemonía Comunicacional, sí, esa es una postura. Como también había sectores mediáticos privados que manejaban la Hegemonía Comunicacional a su manera. Se trata de dos posturas extremas equivocadas. Yo soy partidario de la no hegemonía comunicacional. Pero los dueños de los medios tienen derecho a venderlos y si el señor Mata y el señor Zuloaga lo hicieron, fue decisión de ellos. Que los nuevos propietarios establecen líneas informativas que no son del gusto de algunos, es posible y también válido. Las presiones, lamentablemente, existieron, existen y existirán. Bien sea del factor gubernamental, militar, económico o religioso. No deberían existir, pero están ahí.

-¿Por qué se les exige a los medios privados equilibrio y objetividad cuando los medios públicos son ejemplo palmario de falta de equilibrio y de objetividad?

-Creo que los medios públicos deberían hacer lo mismo que se les exige a los privados.

-¿Lo hiciste cuando eras presidente del Canal 8?

-Recuerdo una entrevista que me hizo Milagros Socorro donde yo le decía que no se le podía exigir equilibrio solo al canal 8. Todos los medios deben ser equilibrados. Ahora, que un partido tenga a un diario, es otra cosa. Pero medios como El Universal deben estar abiertos a todas las voces y opiniones. Eso es lo sano en democracia.

-Era, bajo tu presidencia, el canal 8 un medio abierto a todas las voces y opiniones?

-Recuerdo que allí estuvieron, en momentos de elevada confrontación, Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff quienes no fueron los únicos, pero que cito porque el presidente Chávez llamó por teléfono y se incorporó a las entrevistas. Eso fue noticia. Pero no olvido, tampoco, a medios privados que le bajaban el volumen no solo a los chavistas sino también a dirigente de oposición con puntos de vista moderados, que estaban en desacuerdo con salidas no democráticas.

-¿Cómo quiénes?

-Como Eduardo Fernández y Claudio Fermín.

-¿Crees que en Venezuela existe libertad de expresión? ¿Pueden los ciudadanos expresar su opinión ante las represalias que genera una posición crítica al gobierno?

-Existe libertad de expresión, existe con limitaciones. Yo quisiera que hubiese mucha más.

-¿No es la libertad como el embarazo? Se está o no se está. La tienes o no la tienes.

-La libertad se debe ejercer con responsabilidad y dentro del marco constitucional. Si haces una denuncia sin pruebas o llamas a derrocar un gobierno democrático, debes asumir tu responsabilidad.

-¿No atentas contra la libertad de expresión y el derecho a la información cuando silencias hechos delictivos, le echas tierra a evidencias de irregularidades, acallas denuncias u ocultas casos de corrupción?

-Si hay un tema ante el cual debe imponerse la libertad de expresión es en el de la corrupción, cuyo combate y derrota es clamor de toda la sociedad.

-Eso no está ocurriendo.

-Hay denuncias gravísimas y se están investigando, aunque otras no se investigan como se debe. Aquí se han develado, a través de los medios, muchos casos de corrupción.

-¿Cuántos presos hay por hechos de corrupción?

-Tiene que haber muchos más. Hay muy pocos y son puntuales. Quizás no hemos visto a los peces gordos presos. Espero verlos algún día.

-¿No te arrepientes de haber estado en el Gobierno?

-Yo no me arrepiento de nada. Ni me arrepiento de haber estado en el Gobierno.

-¿O sigues con el gobierno?

-No. No estoy con el gobierno, pero tampoco estoy con la oposición. Estoy conmigo.

-¿Eres como CAP. Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario?

-El país necesita algo distinto en materia política. Pero no me arrepiento, aunque llegó un momento en el que consideré que debía retirarme. Eso ocurrió cuando se propuso la reforma constitucional. A partir de ahí asumí mis puntos de vista con total independencia y desde entonces milito en el partido del diálogo. Creo que mi aporte consiste en apoyar ese proceso y mantengo contacto, tanto con el gobierno como con la oposición. En ese sentido apuesto al éxito del presidente Maduro y al de su gobierno. Y lo hago porque si lo logra nos puede ahorrar muchas dificultades. Si el gobierno fracasa pudiéramos vivir situaciones no solo peores sino que nos pueden hacer mucho daño.

-¿No se impone, entonces, la rectificación?

-En lugar de pensar en un cambio de gobierno, prefiero apostar a que el Gobierno cambie. Por eso creo en el diálogo.

-Hay tres hermanos Villegas periodistas. Uno, Mario está en la oposición, otro, Ernesto, en el Gobierno y tú en el medio.

-Es así. Además, estoy en el medio porque Mario me lleva nueve años y yo lo le llevo la misma cantidad a Ernesto. A mi mucha gente me acusa de guabina (pez de río) y yo quisiera decir que las guabinas también tienen derecho a existir. Si se extinguen se altera el equilibrio ecológico.

-¿No te importa el mote?

-No me importa. Me siento cómodo. Es mi manera de ver al mundo. A mí no me van a meter en el esquema blanco y negro. Yo creo en una sociedad donde los grises se perciban.

-¿Te sientes cómodo en Globovisión?

-Globovisión ha venido haciendo un gran esfuerzo en cuanto a la diversidad. En su proceso de transformación ha dado cabida a todas las opiniones y posiciones. Lo mismo pasa con Unión Radio, donde puedo hacer un periodismo sin cortapisas. Nunca se me ha impedido hacer la tarea con el profesionalismo debido. Quienes condenaron a priori a Globovisión se equivocaron. Creo que han debido esperar el desarrollo del canal tal y como se ha venido dando y se puede apreciar.




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