viernes, 23 de enero de 2015

23 de enero de 1958, día en que la unión cívico-militar derrocó al General Pérez Jiménez

El período de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, frente a Venezuela podría decirse que se divide en dos historias, dadas las circunstancias en las que llegó el General a la presidencia en nuestro país, siendo desconocido desde un principio por las principales fuerzas políticas, cuando el Frente Electoral Independiente desconoció un virtual triunfo de Jóvito Villalba tras conformarse la Junta de Gobierno en el 50.
Acciones en su contra, llevaron a que desconociera partidos antagonistas como el caso de Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela así como, la aprehensión de líderes políticos que se identificaban como opositores al régimen perezjimenista.
Su gobierno se caracterizó por ser de derecha y ultraconservador. El lema de mandato era “servir y hacer servir”.

Pérez Jiménez ordenó la construcción de importantes obras como la Ciudad Universitaria de Caracas, el estadio de béisbol de la UCV, el Teleférico de Caracas, Centro Simón Bolívar, Ciudad Vacacional Los Caracas, Hotel Humbolt, Hotel del Lago, Paseo Los Próceres, la Urbanización 2 de diciembre –bautizada como 23 de enero en la actualidad, la autopista Caracas – La Guaira, Obelisco de Barquisimeto.
Pero, los sectores que le adversaban no vieron con buenos ojos que quisiera perpetuarse en el poder siendo el plebiscito del 57 el accionar de un movimiento cívico militar.

El camino a la legalización de los partidos de oposición

El resultado del plebiscito del 15 de diciembre de 1957, sería el desencadenante en los partidos políticos venezolanos, que buscaban de alguna manera poner fin al gobierno presidido por el general Pérez Jiménez.
Los partidos tanto de izquierda como de derecha, aseguraron que los resultados no se correspondían con el número real de sufragios emitidos para aquella votación que le otorgó la reelección a Pérez Jiménez acusado de dictador y mantener presos políticos a quienes se oponían su régimen.
Según las cifras, concurrieron 2.700.000 electores, 2.182.000 votaron afirmativamente. En Caracas, de 600.000 votantes, 400.000 lo hicieron por la reelección; y en el Zulia, de 345.000, 300.000 votaron por el sí. Sin embargo, todo fue una falsificación programada por el ministro de Relaciones Interiores, Laureano Vallenilla Lanz, quien cambió los resultados electorales.
La tensión social arrancó el 01 de enero de 1958, con el primer levantamiento de efectivos de la Fuerza Aérea, que sobrevolaron el espacio del Palacio de Miraflores y el edificio de Seguridad Nacional y, dos unidades blindadas en Caracas que llegaron hasta Palo Negro en Maracay, debido a problemas de logística.
Con las fuerzas militares dividas, Pérez Jiménez decidió emitir un mensaje a la población venezolana advirtiendo a los subversivos que “serían aniquilados” y pidiéndole calma a los civiles.
“No existe un comando unificado capaz de oriental cabalmente su acción” expresó el General en su mensaje, donde agregó que el piloto de nave que sobrevoló en Caracas fue obligado aterrizar en Maiquetía y a su vez apresado.
 
Luego, el 04 de junio la Junta Patriótica conformada por la Unión Republicana Democrática, Acción Democrática, Partido Comunista de Venezuela y Copei, hizo circular un nuevo manifiesto bajo el título “Pueblo y Ejército unidos contra la Usurpación”.
Dada estas acciones, apenas nueve días después Marcos Pérez Jiménez reorganizó su gabinete de gobierno y, ordena a jefes de policía y a la Seguridad Nacional aplacar a los militares alzados.
Tras estas acciones integrantes de la Junta Patriótica encabezadas por Fabricio Ojeda, Guillermo García Ponce, Silvestre Ortiz Bucarán y Simón Sáez Mérida hicieron circular en el diario “El Nacional” un manifiesto en contra de la dictadura de Pérez Jiménez.
El 17 de enero se convoca una huelga general para el día 21, fecha en que estalla la paralización de las principales fábricas y comercios del país. El 22 de enero deja de circular la prensa escrita como señal de protesta contra Pérez Jiménez.

La Vaca Sagrada que partió en la madrugada

Aquel jueves del 23 de enero apenas había comenzado y la alianza cívico-militar vio sus frutos sin salir el sol.

Ante la inminente oposición del sector productivo y a pesar de contar con algunos sectores militares, Pérez Jiménez desde el Palacio de Miraflores, tomó la decisión de dirigirse junto a sus familiares a la Carlota, con el objetivo de salir de Venezuela a bordo del avión presidencial conocido como “La Vaca Sagrada” hacia República Dominicana.
La noticia corrió como pólvora en las calles caraqueñas, que se llenaron de miles de ciudadanos que celebraban la caída de Pérez Jiménez.

A horas de su abandono, se suscitaron hechos violentos entre cíviles y la Seguridad Nacional sin embargo, el resto de su gabinete se rindió y entrega el Palacio de Miraflores a la Junta de Gobierno, presidida por el vicealmirante Wolfgang Larrazábal, quien es recordado por impulsar el Plan de Emergencia o Plan de Obras Extraordinarias.
Larrazábal frente a la Junta de Gobierno ordena sustituir los principales cargos militares y públicos, otorgó subsidios al desempleo, que se desencadenó con la caída de Pérez Jiménez y logra la legalización de partidos políticos y nombró a una Comisión Restauradora Electoral, con el objetivo de “incentivar el espíritu democrático a través del sufragio”.





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