José Gregorio Agüero fue asesinado por un falso cuidador de tumbas que lo acechó en el Cementerio General del Sur.
El detective de la Policía Científica, José Gregorio Agüero, (50), fue asesinado de cinco balazos disparados por un falso cuidador de tumbas que lo acechó en el Cementerio General del Sur.
Lo registra así la información recabada por los funcionarios del CICPC adscritos a la División Contra Homicidios, comisionados para identificar y capturar al criminal.
Las autoridades establecieron que Agüero fue en su motocicleta al camposanto, llevando a su esposa como pasajera, a fin de visitar y asear la tumba donde reposan los restos de uno de sus parientes más cercanos.
Como es habitual, el área es frecuentada por personas que ofrecen servicios para surtir con agua los floreros, y también para limpiar las lápidas. Uno de estos sujetos, se acercó al detective, en simulado interés por ofrecer sus servicio de limpieza. En realidad, era un delincuente al acecho de las personas a quienes pueden robar con mayor facilidad. En ese trajinar, el maleante detectó que José Gregorio Agüero llevaba en el cinto la pistola Glock de reglamento.
Poco a poco se le acercó, y cuando lo consideró posible, el sujeto desenfundó un arma de alto calibre y disparó en ráfaga contra el funcionario que le sirvió a la justicia durante más de 20 años.
Los tiros hechos a corta distancia, perforaron el cráneo y la cara del agente, quien se desplomó muerto. El pistolero se acercó a la víctima, se apoderó de la pistola y corrió hacia el cerro vecino.
La esposa del funcionario se salvó al hacerse a un lado durante el ataque.
José Gregorio Agüero es el policía número 15 que es ultimado a tiros por los delincuentes que azotan a la población. Siempre la pistola ha sido el objetivo de la agresión delictiva.
Como es habitual, el área es frecuentada por personas que ofrecen servicios para surtir con agua los floreros, y también para limpiar las lápidas. Uno de estos sujetos, se acercó al detective, en simulado interés por ofrecer sus servicio de limpieza. En realidad, era un delincuente al acecho de las personas a quienes pueden robar con mayor facilidad. En ese trajinar, el maleante detectó que José Gregorio Agüero llevaba en el cinto la pistola Glock de reglamento.
Poco a poco se le acercó, y cuando lo consideró posible, el sujeto desenfundó un arma de alto calibre y disparó en ráfaga contra el funcionario que le sirvió a la justicia durante más de 20 años.
Los tiros hechos a corta distancia, perforaron el cráneo y la cara del agente, quien se desplomó muerto. El pistolero se acercó a la víctima, se apoderó de la pistola y corrió hacia el cerro vecino.
La esposa del funcionario se salvó al hacerse a un lado durante el ataque.
José Gregorio Agüero es el policía número 15 que es ultimado a tiros por los delincuentes que azotan a la población. Siempre la pistola ha sido el objetivo de la agresión delictiva.
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