Una de las mayores preocupaciones de una empresa de internet es mantener intacto su prestigio.
Y eso se consigue, en parte, en ofrecer un servicio robusto a prueba de
golpes. Evitar esas «caídas». De Facebook se le recuerdan muy pocas a
lo largo de sus más diez años de vida. En Twitter era más recurrente.
Solo todo antes de convertirse en un gigante que cotiza en bolsa.
En sus primeros años, cada dos por tres aparecían los llamados «fail
whale», la icónica imagen de ballenas y pájaros que advertía de un
problema técnico. En menos de una semana, la popular red de «microblog» se ha caído hasta tres veces, lastrando a sus ya debilitadadas acciones.
Las razones esgrimidas para justificar esta importante avería ha sido la modificación de un código informático interno. «Resolvemos el cambio que provoca el problema. Gracias por tu paciencia», se limitó a comentar la firma en su servicio de incidencias. La plataforma, no obstante, ha resistido en envite en otras ocasiones, como en 2008,
cuando falló durante una conferencia de Apple, una de las ocasiones en
las que los usuarios se vuelcan para comentar las novedades de la marca.
Los expertos creen que ese episodio ha tenido una repercusión mayor
de la que se cree. «Podría haber graves consecuencias para algunas
empresas al prolongarse el tiempo de inactividad durante largos
periodos», señaló Sheridan Nye, analista principal de tecnologías de la información y la comunicación de Frost & Sullivan, en declaraciones a la BBC.
«Cualquier empresa que se encontraba en el proceso de lanzamiento de un
nuevo producto digital habría perdido una valiosa visión de marketing».
La valoración de Twitter, que alberga unos 320 millones de usuarios, ha alcanzado un nuevo mínimo histórico este martes, coincidiendo con los persistentes fallos técnicos registrados principalmente en Europa e India, auqnue se fue extendiendo a EE.UU. posteriormente. El precio de sus acciones ha alcazado los 16.69 dólares por acción, lo que representa una caída de un 7% al cierre del mercado.
Este corte de su servicio ha puesto en peligro no solo los ingresos
por publicidad; también ha regresado el estigma de antaño. La
satisfacción del usuario, justo en un momento en el que la compañía
americana intenta lograr fórmulas para crecer en número de usuarios, se ha reducido profundamente, recuerda el medio especializado «IBTimes». Próximamente, Twitter presentará el nuevo balance trimestral.
En el tercer trimestre de 2015, Twitter presentó un informe de resultados poco esperanzador. Aunque las pérdidas se redujeron un 25%, La firma del pajarito perdió 131.7 millones de dólares (120 millones de euros) frente a los 175 millones del año anterior. Sus ingresos, no obstante, alcanzaron 569.2 millones de dólares (520 millones de euros), un 57.6% más. La llegada del fundador Jack Dorsey al puesto de consejero delegado supuso un factor importante para darle un respiro.
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