La región del Caribe tendrá un 58% de probabilidades de ser golpeada por huracanes mayores durante la temporada de huracanes que comienza en junio, según proyecciones. Los servicios meteorológicos colombianos piden proteger a los habitantes de San Andrés y Providencia, islas destrozadas en 2020.
Los huracanes son un azote constante para los países de Centroamérica y el Caribe, que cada año deben prever el paso de estos fenómenos y prepararse para importantes pérdidas materiales y desarrollar estrategias de evacuación para evitar víctimas fatales. Las islas San Andrés y Providencia, ubicadas en el Caribe pero dependientes de Colombia, son un ejemplo de eso: en noviembre de 2020 fueron azotadas por el huracán Iota, que provocó cuatro fallecimientos y más de 5.000 damnificados. En Providencia, más del 90% de las viviendas fueron destruidas.
Cuando el recuerdo de los destrozos en las islas todavía persiste en la retina de los colombianos, un dato puede alarmarlos el doble: la temporada de huracanes de 2021 podría ser incluso más poderosa.
Así lo advirtió el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de Colombia en un informe divulgado en abril en el que señala la necesidad de adoptar «medidas preventivas» ante la posibilidad de una temporada de huracanes más fuerte en la zona del Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México.
«Para este año se espera una temporada que podría estar por encima de lo normal», señala el informe de Ideam, que recoge datos del primer pronóstico de la temporada de huracanes elaborado por la Universidad Estatal de Colorado de EEUU.
A partir de las previsiones, el Ideam solicitó a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia que comience a prepararse para la temporada, especialmente en los departamentos de la región Caribe del territorio colombiano.
La advertencia también menciona especialmente la necesidad de que las autoridades del archipiélago San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el lugar más golpeado por Iota en noviembre de 2020, adopten «las medidas necesarias para evitar pérdida de vidas humanas y bienes materiales, activando y reforzando las medidas de prevención orientadas a la reducción de riesgos asociados a la probabilidad de ocurrencia de estos eventos».
¿Por qué la temporada de huracanes 2021 será más peligrosa?
La advertencia del ente colombiano está basada en un informe de los investigadores sobre huracanes de la Universidad Estatal de Colorado que atribuye la mayor intensidad de la temporada de huracanes de 2021 a una probable ausencia del fenómeno de El Niño.
Los investigadores de Colorado explican que el fenómeno de El Niño es clave para debilitar a los huracanes, ya que tiende a incrementar los vientos del oeste a través del Caribe hacia el Atlántico Tropical que impactan contra los huracanes y los debilitan en el momento de formarse. Sin embargo, los expertos prevén que El Niño no alcanzará su pico en el momento de la temporada de huracanes.
Oficialmente, la temporada de huracanes en el Caribe, el Atlántico y el Golfo de México se extiende entre el 1 de junio y el 30 de noviembre de cada año, a pesar de que pueden reportarse fenómenos fuera de esas fechas, tal como sucedió en 2020.
Según consigna el Ideam, en años normales la zona suele registrar un promedio de 12 tormentas tropicales, seis huracanes y tres huracanes mayores.
Para 2021, la Universidad de Colorado pronostica que habrá 17 tormentas tropicales, ocho huracanes y cuatro huracanes mayores, con vientos de 178 kilómetros por hora o incluso más.
El Caribe, entre los más golpeados por huracanes en 2021
El informe también indica la probabilidad que tienen algunas de las zonas de la costa estadounidense, el Golfo de Florida y el Caribe de ser golpeadas por los huracanes mayores. El Caribe aparece segundo en la lista, con un 58% de probabilidades de ser afectada por estos huracanes de gran porte.
La cifra es significativamente mayor al promedio registrado entre 1981 y 2010, que se ubica en el 42%.
A partir de la advertencia, el Ideam recomienda a los colombianos del Caribe a «desarrollar acciones para asegurar debidamente los techos de las casas y revisar los árboles que representen amenaza por su débil condición, que puedan caer sobre las redes de energía o casas».
El instituto también recomienda mantenerse informados a «operadores de embarcaciones de poco calado, turistas y pescadores, seguir de cerca la evolución diaria de las condiciones meteorológicas y marinas».
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