La candidata por el Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, afirmó que la erradicación de la pobreza será una prioridad de su Gobierno en caso de ser electa en los comicios presidenciales que se realizarán en Brasil el domingo 3 de octubre.
En conferencia de prensa, la representante del partido de Gobierno ratificó su compromiso de combatir la pobreza, y agregó que las políticas sociales deben ser aceleradas.
Con más del 50% de la intención de voto según las más recientes encuestas, la aspirante petista encabeza la preferencia de los electores, e incluso podría ganar los comicios en la primera vuelta.
Rousseff celebró la generación de dos millones de empleos en 2010 y apuntó que para finales de diciembre, cuando concluyen ocho años de gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil habrá generado 15 millones de puestos de trabajo con todos los beneficios.
"Es necesario crear un volumen de empleos compatibles con las necesidad del tamaño de nuestra población", sentenció la candidata.
Además, rechazó las tentativas de la oposición y de algunos grandes medios de prensa brasileños de vincular a la aspirante y al PT en un presunto acto de corrupción de la ex ministra jefa de la Casa Civil, Erenice Guerra.
Uno de los legisladores del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que tiene a José Serra como aspirante a la presidencia, ha manifestado el deseo de llevar a Dilma al Congreso Nacional para que explique los hechos relacionados con la ex ministra.
Al respecto, Dilma informó que no comparecerá en el Senado, ya que que se trata de una tentativa de interferir en su campaña electoral, más que una invitación.
"Invitación del senador Alvaro Dias no la acepto ni para un cafecito", dijo.
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