“Una agenda oculta”, no precisamente de orden reivindicativa o presupuestaria, motivó la huelga de hambre de los estudiantes opositores de la Universidad de Los Andes. Así lo afirmó la directora adjunta de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), Tibisay Hung, quien suscribió el pasado viernes un acuerdo con los huelguistas que puso fin a la protesta de 31 días.
Hung relató que el pasado 23 de febrero estos estudiantes sorprendieron a las autoridades de su propia universidad cuando decidieron bajarse del autobús que los trasladaba a todos a Caracas a una reunión con representantes del Ministerio de Educación Universitaria para buscar acuerdos en torno al conflicto laboral que mantenían obreros de esta casa de estudios. “Ellos se fueron a Altamira y las propias autoridades fueron hasta allá para convencerlos de retomar el diálogo, no se pudo. Definitivamente, ellos tenían una agenda oculta desde el 23 de febrero”
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