miércoles, 7 de septiembre de 2011

Guía práctica para la traducción de documentos capitalistas al “lenguaje Chavista” sin alterar su contenido



Luego del escándalo suscitado por la divulgación de un cable interceptado por Wikileaks y la  revelación de las verdaderas razones de la salida del camarada  Eduardo Samán del ministerio de Comercio, nos hemos permitido redactar esta nota con una guía anexa para los que tengan necesidad de sacar a algún “chavista de verdad” de su camino o que le aprueben algo que en realidad solo le beneficie a usted o a un grupito de gente por encima de un mar de pueblo.
¿Es usted un empresario con mucha plata y mucho poder, con un problema por alguna ley reglamento o ministro de esos “chavistas” que lo están molestando? O, por el contrario, ¿se metió en tremendo lío con el Estado y no sabe cómo salirse de él? Bueno, se acabaron sus problemas,  acá les damos una guía práctica para  traducir  un proyecto de su interés a  un  “lenguaje Chavista” que por supuesto no lo sea:

1.       Comience con un saludo Revolucionario, Marxista, Leninista, Zamorano, Robinsoniano, bolivariano - esto de modo que el que lo lea sepa que usted ha leído y apoya los preceptos de estos personajes -, aunque ni por casualidad sepa quiénes son.
2.       Diríjase al (os) futuro (s) lector o lectores de este documento en términos como “camaradas”, “compañeros de lucha”, “revolucionarios”, no le recomendamos el uso de la palabra “cuadros” porque puede ser que quien lo lea no sepa el significado y, si usted que tampoco lo sabe, caería en un dilema.
3.       Jamás se refiera a los pobres como pobres, ¡no! Y menos como ordas o lumpe. Para eso use palabras como: Proletariado, trabajadores o pueblo (si anexa alguna foto suya abrazando a uno excelente).
4.       Si en su proyecto plantea la expropiación de alguna comunidad o terreno usado por estos “pobres” no hable de “quitarles eso” o “eso vale más de la vida de esa gente” es muy práctico el uso de oraciones como: este spa traerá un gran beneficio a la comunidad, o es mejor que estas comunidades sean reubicadas para que el humo revolucionario que saca mi empresa no los afecte.
5.       Si su caso es el de la desviación de recursos de obras sociales para su proyecto es buenísima esta frase: “en toda revolución hay que hacer sacrificios, ha llegado el momento histórico de que estos compañeros lo hagan”.
6.       En el caso de la necesidad de que aprueben alguna ley que lo beneficie económicamente en perjuicio de la comunidad en general recomendamos el abocamiento de frases más complicadas para su entendimiento, pero que no lo excusan de usarlas: “el capitalismo que pretende atacar a nuestro proceso no quiere que se apruebe esta ley revolucionaria porque desean impedir que el dinero vaya al pueblo que beneficia” (claro el pueblo beneficiado es usted y sus compadres).
7.       En caso de que explote algún escándalo o chanchullo que usted haya realizado, no se le ocurra admitir los hechos o buscar un abogado. Eso se soluciona de la siguiente forma: realice una declaración pública en la que haga un llamado a la unión de todos los venezolanos ante la eminente amenaza del imperio con su guerra de cuarta generación y que gracias a los medios privados tarifados y otros quinta columna (grábese esas dos palabras, le servirán toda la vida), están tratando de manchar su revolucionario nombre,  y luego explica que esa plata usted no se la robó, que solo la guardaba para que algún escuálido no se la robara, que estaba a puntico de devolverla.
8.       Si desea proponer alguno de sus empleados para ministro, el comienzo del párrafo ideal es el de: propongo a este camarada surgido de las luchas de Prados del Este y perteneciente al concejo comunal de terrazas del Club Hípico (así no exista ese concejo comunal, nadie va a revisar eso).  
9.       Y para finalizar, si lo que desea es salir de algún ministro fastidioso que se crea que cambiará al mundo o que ese es un puesto para ayudar a los pobres, le tenemos la frase imbatible, con un 99.9% de efectividad: “ felicito al camarada ministro, por su revolucionaria labor al frente de este gran ministerio, pero llegó la hora de que las nuevas generaciones den un paso al frente para el relevo de la vanguardia revolucionaria, y nuestro camarada tenga un merecido descanso, preparado para la próxima misión que se le asignará muy pronto (claro usted jamás debe permitir que ni de visita vuelva a entrar ese ser a un edificio del Estado)”.

Esperamos que esta guía práctica sea de su ayuda, ya que está garantizada. Si tiene dudas pregúntele a la Cámara Venezolana de Medicamentos,  que ya se benefició con nuestros consejos.

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