Por ANDREW MIGA WASHINGTON -- Miles de habitantes de escasos ingresos del noreste de Estados Unidos se aprestan para pasar un difícil invierno a causa de la reducción de la asistencia federal para afrontar los pagos de calefacción."Están jugando la ruleta rusa con la vida de la gente", destacó John Drew, que dirige la organización Action for Boston Community Development, Inc., que brinda ayuda a los residentes de bajos recursos en el estado de Massachusetts.
La situación podría tener trascendencia en las urnas al igual que sucedió en New Hampshire en las primarias republicanas a la presidencia. La senadora republicana Olympia Snowe, de Maine, dijo que espera que los candidatos aborden el problema del recorte de ayuda para calefacción en la región debido a que destaca el mal estado del país que necesita una amplia política energética.Varios estados del noreste ya han reducido la ayuda de calefacción para las familias mientras el Congreso estudia una reducción de más de 1.000 millones de dólares del presupuesto del año pasado de 4.700 millones de dólares del Programa de Ayuda Energética para Familias de Bajos Ingresos que ayudaron a casi 9 millones de familias.
Las familias de Nueva Inglaterra donde los inviernos son largos y crudos, y donde la gente usa petróleo de calefacción son las más afectadas por los recortes en el Congreso.Muchos pobres y ancianos que viven con presupuestos reducidos no pueden afrontar aumentos en los costos de la calefacción que pueden ascender a los miles de dólares. Eso les obliga a reducir el costo de otras necesidades como alimentos o medicina.
Ese es el caso de Mary Power, de 92 años, que está preocupada sobre cómo sobrevivirá otro invierno gélido en Nueva Inglaterra ahora que el recorte de beneficios federales no le permitirá comprar suficiente petróleo de calefacción para no pasar frío.
La señora Power vive en el vecindario de West Roxbury en Boston, en una casa rodante a la que se le cuelan las corrientes de aire, con un ingreso anual de 11.148 dólares de su pensión de Seguro Social además de los beneficios que siempre se brindó a los jubilados. La ayuda para calefacción será reducida de 1.035 dólares a 685 dólares, pero con el aumento del costo de la calefacción es probable que su cuenta ascienda a más de 3.000 dólares a menos que baje su termostato a menos de 16 grados centígrados (60 °F)
"Tendré que acurrucarme en mi cama cubierta con muchas frazadas y quedarme ahí" dijo Power, una viuda que trabajó como cajera y camarera hasta que tuvo 80 años. "Tendré que hacer lo que tenga que hacer" para sobrevivir.Mientras tanto, el Congreso sigue estancado sobre la reducción de gastos y aún no resuelve cuánto dinero concederá al programa para el presupuesto que comenzó el 1 de octubre.En el otoño del 2008 cuando subían los precios de los combustibles sin control, el gobierno casi duplicó la ayuda para calefacción, enviando a los estados 5.100 millones de dólares para ese invierno.Pero en febrero del 2010, el presidente Barack Obama propuso una reducción del programa en casi la mitad, instando a cortar 2.500 millones de dólares."Tenemos a mucha gente aterrada que no sabe cómo va a sobrevivir", destacó Drew.
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