martes, 31 de enero de 2012

El pueblo festejó llegada de oro repatriado

Desde el mediodía de este lunes cientos de personas se concentraron en la Plaza Juan Pedro López, contigua al Banco Central de Venezuela (BCV), en el centro de la capital venezolana, para recibir al último cargamento de 14 toneladas de oro monetario que se encontraba depositado en instituciones bancarias europeas y estadounidenses.
Entre la multitud de venezolanos se encontraba Bernarda Herrera, quien al ritmo de la música festejaba la llegada del precioso metal a suelo venezolano.
"El oro regresó a donde nunca debió salir y ahora será reguardado por el pueblo, que está consciente de la necesidad de cuidar esta riqueza que es parte de nuestra soberanía".
Recordó que en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1992) se envió al exterior más de la mitad de las reservas monetarias en oro de la nación.
"Durante esos gobiernos de la Cuarta República, los apátridas mandaron nuestro oro para cumplir con el chantaje de los organismos internacionales, que nos llenaron de deudas, pero hoy eso acabó y nuestra patria es libre y no se vende", señaló.
El señor Reinaldo Romero también se acercó a la plaza capitalina para ser parte de la celebración. Allí consideró lógico que el oro volviera a Venezuela "para evitar que pasara lo mismo que en Libia, donde los imperialistas saquearon todas sus reservas internacionales. ¡Ah no, eso nunca lo vamos a permitir!, porque Venezuela está más soberana que nunca y se da a respetar".
Por su parte, Mercedes Contreras se hacía eco de las consignas de la muchedumbre y exclamaba con emoción: "Oro repatriado, misión cumplida", "Venezuela soberana repatria su oro".
Esta venezolana le explicaba a su nieta que la medida le permitía al Estado proteger parte de la reserva estratégica de la nación de la crisis económica y financiera que están atravesando varias naciones de Europa y Estados Unidos.
"Varios de esos bancos capitalistas han quebrado y muchas de esas naciones que se hacían llamar potencias se han venido abajo, por eso no podíamos arriesgarnos a que de un momento a otro se apoderaran de nuestro oro".
Le indicaba que no había mejor lugar que las bóvedas del Banco Central para resguardar la riqueza patrimonial: "Sin duda, no existe mejor lugar del mundo para proteger estos lingotes de oro".
En otro lugar del recinto se encontraba la señora Yadira Córdoba, quien llegó a la plaza a las 3:00 de la tarde en compañía de su madre y sus tres hijos.
"Esto es fabuloso, es una gran fiesta en la que estamos unidos todos para agradecerle al presidente (Hugo) Chávez y a todas las autoridades que cumplieron su promesa y trajeron nuestro oro de vuelta, para garantizar el futuro de las próximas generaciones ".
Esta caraqueña le comentaba a otra familia que acababa de llegar acerca de todas las agrupaciones musicales y de danza que se habían dado cita durante la tarde para animar el arribo del cargamento.
"Aquí hemos bailado y disfrutado de nuestras tradiciones, de nuestra música. Por aquí han pasado los grupos Bohemia Café, Danzas de Altura, Caña y Miel, y también nos cantó Amílcar Briceño y Francisco Pacheco y su Pueblo".
Alguien le preguntó: ¿Yadira a qué hora te vas? y ella respondió:  "Yo estoy esperando que llegue nuestro oro para seguir bailando y festejando. Habíamos esperado por mucho tiempo este día y por fin lo tenemos de vuelta".
El sonido de los tambores continuaba alegrando a todos los asistentes, pero el ruido de unas sirenas les indicó que ya el oro se encontraba a pocos metros de llegar a su destino en el BCV, y la verdadera celebración apenas comenzaría.





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