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Las compañías, que acumulan cerca del 90% del mercado de las bebidas gaseosas en Estados Unidos(EEUU), han sido obligadas tomar esta decisión por la nueva ley del estado California que exige la incorporación de una etiqueta de advertencia de peligro cancerígeno para las bebidas que contengan más de 29 microgramos de 4-metilimidazol (4-MEI), un producto que se genera al tostarse el azúcar y convertirse en caramelo.
Según científicos estadounidenses, las bebidas Coca-Cola, Pepsi-Cola y Dr Pepper contienen el mismo colorante 4-MEI, que ha provocado enfermedades oncológicas a ratas durante los experimentos llevados a cabo. Una lata de Coca-cola contiene 140 microgramos de ese producto.
Actualmente comprar una CocaCola con una fórmula diferente -no cancerígena- es algo que sólo es posible en el estado de California, pero se planea difundir la nueva producción a todo EEUU.
El resto de países del mundo recibirán las botellas y latas de Coca-Cola y Pepsi tradicionales; es decir, con la fórmula que ha provocado cáncer en animales de laboratorio.
Una representante de CocaCola, Garza-Ciarlante -a quien seguro lo que más le importa y conviene es la venta del producto- dijo lo siguiente: "Aunque creemos que no existe riesgo para la salud pública que justifique ningún cambio de este tipo, ciertamente pedimos a nuestros proveedores de caramelo dar este paso para que nuestros productos no estén sujetos al requisito de portar una advertencia científicamente infundada".
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