Un mes llevaba desaparecida Emely Nakary Sánchez Galindo, de 13 años
de edad. El cinco de octubre salió de su residencia en el callejón Unión
de El Cabotaje, en Los Teques, rumbo a su liceo y nunca más regresó.
Sus padres hicieron la denuncia ante la subdelegación Los Teques del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas
(Cicpc), quienes activaron las investigaciones del caso para dar con el
paradero de la adolescente. Las pesquisas, rastreo e interrogatorios
llevaron a los sabuesos a concluir que la joven podría haber sido
capturada por un grupo de delincuentes que serían los responsables de
un homicidio durante una fiesta en el sector El Nacional, el primero de
enero de 2011, del que la menor había sido testigo.
Efectivos de la División de Homicidios se trasladaron a sector La Matica con los expertos forenses y tras
llegar al punto señalado por los dos detenidos desenterraron la pierna derecha de la joven que conservaba el zapato que permititó reconocerla, además de la mandíbula y el cuero cabelludo.
llegar al punto señalado por los dos detenidos desenterraron la pierna derecha de la joven que conservaba el zapato que permititó reconocerla, además de la mandíbula y el cuero cabelludo.
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