Durante las últimas semanas, diversas entidades han manifestado
preocupación respecto a algunos planes de la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT), agencia dependiente de la ONU encargada de la
regulación de las telecomunicaciones en el globo. El organismo
intentaría adjudicarse el control sobre la regulación de internet en el
mundo, lo que ha provocado el rechazo de empresas y del Parlamento
Europeo, que la semana pasada firmó un documento oponiéndose a esta
idea.
En concreto, la UIT se reunirá en Dubai entre el 3 y el 14 de diciembre en la conferencia WCIT, con la idea de revisar el tratado de 1988 conocido como las Regulaciones Internacionales de Telecomunicaciones. En efecto, el tratado corresponde a otra época y buscaba que los servicios internacionales de telecomunicaciones funcionaran bien, que las redes pudieran interconectarse, calcular las cargas de tráfico, etc. Desde entonces el escenario de las telecomunicaciones ha cambiado mucho, irrumpiendo entre otras cosas Internet.
Uno de los cambios entonces pondría a Internet bajo la jurisdicción y control del organismo, posiblemente cambiando la arquitectura y forma de funcionamiento que tiene la red en este momento para obtener control sobre los contenidos y los usuarios. Algunas propuestas le darían a los países autoridad para censurar y monitorear el tráfico en Internet bajo la premisa de “mejorar la seguridad”. En la WCIT, sólo los gobiernos de los 193 países miembros pueden votar, y cada país tiene un voto.
Varias empresas y entidades han manifestado su preocupación, considerando que Internet se ha construido “desde abajo”, de forma distribuida, y que los gobiernos no deberían intervenir.
En un documento filtrado el fin de semana en el sitio WCITLeaks, se detalla la agenda de una reunión que sostuvo la UIT en septiembre para enfrentar las críticas que ya está recibiendo por el secretismo de sus procesos – las propuestas enviadas por los países para discutir en la conferencia sólo son accesibles a los miembros de la UIT, y no son públicos. El documento sugiere que los ejecutivos de la UIT están bastante alterados por el creciente rechazo a la próxima conferencia, indicando que los ataques en su contra son fruto de “una campaña bien financiada y organizada originada en Estados Unidos” que tiene por objetivo “desacreditar a ITU y WCIT”.
Claro, no es que a la gente le preocupe tener una Internet libre.
En la reunión de septiembre también participaron consultores que ayudarían a la agencia a crear estrategias para evitar el enojo mundial que provocaron proyectos como ACTA y SOPA, y que terminaron siendo rechazados por presión popular.
Según el documento, la agencia ya habría lanzado una “contra-campaña” para “mitigar el riesgo” de las críticas a de sus planes, basadas en la poca apertura de los procesos en la WCIT. La organización ya publicó un post en contra de Google, compañía que se ha opuesto abiertamente a los planes de regulación de la UIT.
Si bien es cierto que WCIT puede ser poco abierta respecto a las decisiones que toman, las objeciones que se han presentado hasta ahora tienen más que ver con el contenido que con la forma en que opera la organización. Primero, hay mucha oposición a que la ONU gane control sobre las redes IP. También hay temores de que algunos gobiernos presionen para cambiar la manera en que se regula actualmente Internet, que depende de organizaciones no gubernamentales como ICANN, la Internet Society y W3C. Cambios a este sistema son vistos como una antesala a intentos de lograr restricciones al contenido que se puede consumir o subir a la red.
La estrategia de la UIT hasta el momento parece ser negarlo todo y asegurar que la regulación de Internet no será discutida en WCIT, pese a que hay documentos que muestran propuestas para debatir al respecto durante el evento. El asunto seguramente seguirá provocando polémica hasta que se lleve a cabo WCIT, así que a mantenterse atentos.
En concreto, la UIT se reunirá en Dubai entre el 3 y el 14 de diciembre en la conferencia WCIT, con la idea de revisar el tratado de 1988 conocido como las Regulaciones Internacionales de Telecomunicaciones. En efecto, el tratado corresponde a otra época y buscaba que los servicios internacionales de telecomunicaciones funcionaran bien, que las redes pudieran interconectarse, calcular las cargas de tráfico, etc. Desde entonces el escenario de las telecomunicaciones ha cambiado mucho, irrumpiendo entre otras cosas Internet.
Uno de los cambios entonces pondría a Internet bajo la jurisdicción y control del organismo, posiblemente cambiando la arquitectura y forma de funcionamiento que tiene la red en este momento para obtener control sobre los contenidos y los usuarios. Algunas propuestas le darían a los países autoridad para censurar y monitorear el tráfico en Internet bajo la premisa de “mejorar la seguridad”. En la WCIT, sólo los gobiernos de los 193 países miembros pueden votar, y cada país tiene un voto.
Varias empresas y entidades han manifestado su preocupación, considerando que Internet se ha construido “desde abajo”, de forma distribuida, y que los gobiernos no deberían intervenir.
En un documento filtrado el fin de semana en el sitio WCITLeaks, se detalla la agenda de una reunión que sostuvo la UIT en septiembre para enfrentar las críticas que ya está recibiendo por el secretismo de sus procesos – las propuestas enviadas por los países para discutir en la conferencia sólo son accesibles a los miembros de la UIT, y no son públicos. El documento sugiere que los ejecutivos de la UIT están bastante alterados por el creciente rechazo a la próxima conferencia, indicando que los ataques en su contra son fruto de “una campaña bien financiada y organizada originada en Estados Unidos” que tiene por objetivo “desacreditar a ITU y WCIT”.
Claro, no es que a la gente le preocupe tener una Internet libre.
En la reunión de septiembre también participaron consultores que ayudarían a la agencia a crear estrategias para evitar el enojo mundial que provocaron proyectos como ACTA y SOPA, y que terminaron siendo rechazados por presión popular.
Según el documento, la agencia ya habría lanzado una “contra-campaña” para “mitigar el riesgo” de las críticas a de sus planes, basadas en la poca apertura de los procesos en la WCIT. La organización ya publicó un post en contra de Google, compañía que se ha opuesto abiertamente a los planes de regulación de la UIT.
Si bien es cierto que WCIT puede ser poco abierta respecto a las decisiones que toman, las objeciones que se han presentado hasta ahora tienen más que ver con el contenido que con la forma en que opera la organización. Primero, hay mucha oposición a que la ONU gane control sobre las redes IP. También hay temores de que algunos gobiernos presionen para cambiar la manera en que se regula actualmente Internet, que depende de organizaciones no gubernamentales como ICANN, la Internet Society y W3C. Cambios a este sistema son vistos como una antesala a intentos de lograr restricciones al contenido que se puede consumir o subir a la red.
La estrategia de la UIT hasta el momento parece ser negarlo todo y asegurar que la regulación de Internet no será discutida en WCIT, pese a que hay documentos que muestran propuestas para debatir al respecto durante el evento. El asunto seguramente seguirá provocando polémica hasta que se lleve a cabo WCIT, así que a mantenterse atentos.
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