Una tecnología portátil permite la filtración de impurezas líquidas que se pueden encontrar en bebidas gaseosas como Coca-Cola.
Se trata de un mecanismo llamado ÖKO, diseñado con tecnología utilizada por la NASA para el uso de su personal en el espacio.
Para el experimento se echa Coca-Cola en un recipiente y cuando el
líquido se vierte sobre el vaso, el chupón especial gracias a sus
propiedades de electro-absorción con carga positiva, atrae a los agentes
nocivos y mata las bacterias en la superficie del filtro.
Tras ocurrir el proceso, la bebida casi incolora obtiene un nuevo sabor que se asemeja al agua con azúcar sin carbonatar.
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