sábado, 24 de agosto de 2013

5 requisitos fundamentales para vencer la anorgasmia femenina

Aunque muchos piensen que en los últimos años se ha producido una gran liberación sexual femenina, la realidad es que la dificultad para conseguir el orgasmo sigue siendo uno de los problemas más frecuentes en las mujeres. Esto, que en algunos casos puede provocar además falta de deseo (otro de los trastornos principales), se relaciona indudablemente con muchos de los esquemas sexuales que siguen hoy día vigentes (como, por ejemplo, la búsqueda del orgasmo únicamente a través del coito, o la absurda dicotomía “orgasmo clitoridiano” versus “orgasmo vaginal”).

Dentro de la anorgasmia femenina encontramos una gran variedad, dependiendo de si es primaria (si nunca se ha experimentado un orgasmo), o secundaria (cuando el problema surge a partir de un  momento concreto, habiendo tenido orgasmos anteriormente). También puede ser absoluta (si no se consigue el orgasmo de ningún modo), o situacional (alcanzándose éste con una determinada estimulación pero no con otra).


Por otra parte, las causas en muy raros casos son orgánicas, sino más bien psicológicas (debido a una educación muy rígida, sentimientos de culpa, miedo a perder el control, excesiva vigilancia y obsesión por conseguir el orgasmo sin dejarse llevar por las sensaciones, falta de relajación, depresión, estrés, ansiedad...), pero sobre todo la dificultad para conseguir el orgasmo suele deberse a la falta de una estimulación adecuada. No hay que olvidar que cada mujer es distinta (al igual que cada circunstancia), y también lo es su umbral de excitación, de tal modo que lo que para una puede ser suficientemente placentero para llegar al clímax, para otra no tiene por qué serlo en absoluto, o tal vez sea necesaria una estimulación adicional.
De modo que, por naturaleza, toda mujer tiene la capacidad para llegar al orgasmo, ahora bien la habilidad ya es otra cosa, y no es otro el problema, generalmente, que esta falta de habilidad y de práctica que se genera debido a una gran cantidad de factores tanto sociales como personales. No hablemos entonces de anorgasmia como una patología ni disfunción sino como una dificultad por superar. El orgasmo sería para la mujer que no lo conoce como una posibilidad por descubrir, y para aquella que desea conseguirlo de otros modos como un reto de generalización.

No hay que olvidar, no obstante, que nuestro cuerpo y nuestra mente no están igual todos los días. A veces, es posible que haciendo lo mismo que otras, o incluso más, no consigamos llegar al clímax. En estos casos (como en todos) no hay que obsesionarse ni frustrarse, simplemente disfrutar de lo que hagamos sin esperar nada más.

Y, antes de pasar a enumerar “las puertas que debes abrir en tu camino para llegar a la cumbre”, ten claro que a veces no es suficiente con saber lo que se tiene que hacer, sino que te puede hacer falta la ayuda de un profesional que te guíe en este aprendizaje, por tanto no dudes en acudir a un/a sexólogo/a si es necesario.

1º) Aprender a conocer tu cuerpo.

-Si eres mujer, dedica tiempo a conocer tu cuerpo a fondo.
-Si eres hombre, anímala a que conozca mejor su cuerpo, esto también te beneficiará a tí (si logra los orgasmos más fácilmente tendrá seguramente más ganas de sexo y ambos disfrutaréis más).

Para ello hay una gran variedad de tareas/juegos que se pueden realizar tanto en solitario (es preferible en primer lugar) como acompañada. Puedes tomar un baño o ducha relajante, parándote a tocar tu cuerpo detenidamente, mientras te enjabonas con las manos, acariciándote suavemente cada una de las partes, al mismo tiempo que prestas atención a tus sensaciones: cómo te gusta tocarte, dónde, de qué manera, qué zonas tienes más sensibles, dónde no te gusta... Del mismo modo, puedes hacer esto aplicándote lentamente alguna loción por todo el cuerpo después de la ducha. También puedes dedicar unos minutos a observar tu cuerpo detalladamente delante de un espejo, distinguiendo las zonas que te gustan de las que no y analizar por qué. Y muy importante es conocer a fondo tus genitales, observándolos con la ayuda de un espejo de mano, tocándolos, localizando cada una de sus partes, acariciándolos, descubriendo qué zonas te producen mayor excitación, cómo te gusta que te acaricien cada una, etc.

Ya en compañía, podéis jugar a acariciaros todo el cuerpo por turnos: con las manos, los pies, la cara, los labios, la lengua, el pelo... todo vale, incluso una pluma o cualquier otro objeto (que pueda ser agradable, por supuesto). Quien recibe las caricias deberá decir lo que le gusta y lo que no, y sobre todo disfrutar al máximo de sus sensaciones, sin preocuparse de otra cosa. Esto puede ser muy agradable para ambos, pero centrándonos en la mujer con la dificultad orgásmica, lo importante es que estés cómoda, si en algún momento te sientes mal lo mejor es dejarlo y seguir otro día. Se trata de relajarte, centrarte en tí misma y darte permiso para sentir (cosa que muchas mujeres no se permiten por culpa de sus prejuicios).

Quizá la primera vez que realices alguna de estas tareas no te guste o no te sientas cómoda con tu cuerpo, esto suele pasar cuando tienes una visión negativa del mismo, o ves tus genitales como algo sucio y feo. Piensa sobre ello, cómo te has sentido tocándote, por qué crees que te sientes así. Aprende a amar tu cuerpo, a verlo como algo hermoso, lleno de posibilidades. Prueba a repetir estos juegos en distintas ocasiones, tal vez te sorprenda sentir cosas nuevas, excitarte de otros modos e ir acostumbrándote a estar en contacto con tu cuerpo.

2º) El poder de la fantasía.

Utiliza tu fantasía, deja que vuele tu imaginación mientras te acaricias o te acarician.
Si tienes problemas para fantasear puedes ver películas, leer literatura erótica o libros sobre fantasías de otras personas, te ayudarán a crear las tuyas propias.
No pongas límites a tu mente, atrévete a soñar sin censurarte ni juzgarte. ¡Disfruta de tus fantasías! y no se te ocurra sentirte culpable.

3º) Ejercicios de Kegel.

Practicando estos ejercicios diáriamente fortalecerás el músculo pubococcígeo, ayudando a conseguir el orgasmo. Son muy sencillos, y te pondrán más en contacto con tus genitales, mejorando la conciencia de las sensaciones en este área e incrementando la circulación sanguínea de esta zona.

4º) Masturbación.

Muchas mujeres se quejan de no conseguir orgasmos pero, sin embargo, nunca se han masturbado, no saben tocarse el clítoris, ni piden a su pareja que se lo acaricie. Aunque ésta no sea la única manera de conseguirlo (tal vez algunas mujeres lo consigan únicamente con el coito pero esto no es lo habitual), lo que es seguro es que si aprendes a estimular tu clítoris te será mucho más fácil llegar al orgasmo.

Por tanto, manos a la obra: aprende a tocarte allí donde más placer te dé, ya sea sólamente el clítoris, o también los labios menores, mayores... o introduciéndote un dedo en la vagina o en el ano, ya sea con tus dedos o los de tu pareja o con un vibrador, con lubricante... explora, juega, ¡descubre tu placer!.

Una vez que hayas conseguido el orgasmo de una manera, sigue practicando, acaríciate el clítoris (sin olvidarte del resto del cuerpo) de diferentes maneras, en diferentes posturas, y finalmente durante el coito, tal vez te cueste más alcanzarlo pero con la estimulación adecuada también puedes conseguirlo. Pero esto no acaba aquí, aún puedes seguir practicando y descubriendo nuevos placeres, como el multiorgasmo o el Punto G, las posibilidades son infinitas, ¡anímate a investigar!.

5º) Sin presiones.

Es muy importante no olvidar en los anteriores puntos, que estar relajada, sentirse cómoda y encontrarse en un ambiente adecuado, son ingredientes imprescindibles. No vale tampoco insistir, ni presionarse o que te presionen para tener un orgasmo, éste aparecerá sólo cuando estés centrada en tu propia excitación y no buscándolo.

No te pongas etiquetas ni pretendas tener un orgasmo porque es lo que se supone que tienes que tener, o porque es la única meta, este tipo de pensamiento es completamente erróneo. Puedes desear, por supuesto, llegar al orgasmo porque te apetece, porque te gusta, porque te relaja..., o simplemente porque no tienes que conformarte con menos si puedes conseguir algo más, pero “si no disfrutas el camino no habrá merecido la pena”.

También es un elemento “antiorgásmico” el miedo a dejarse llevar, temer el orgasmo o temer perder el control (como les ocurre a muchas mujeres). Debes eliminar esos pensamientos de tu cabeza, tener claro que “no va a pasar nada que tengas que temer”.

Y, por supuesto, nada de pensar que lo que estás haciendo es malo, nada de juicios morales, ni sentirse culpable. “Buscar tu placer es de lo más sano y hermoso que puedes hacer por tí misma”.
 Cortecia de Ester Álvarez Guillén

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2 comentarios:

  1. ¿Dónde está el nombre de la autora del artículo? ¿o el link a mi blog?

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  2. 5 REQUISITOS FUNDAMENTALES PARA VENCER LA ANORGASMIA FEMENINA
    Por: Ester Álvarez Guillén
    http://esteralvarezguillen.blogspot.com.br/2013/03/5-requisitos-fundamentales-para-vencer.html

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