Roque Valero contó que cuando estaba afuera del automercado tuvo que
regresar corriendo pues su esposa y su pequeño hijo estaban siendo
botados del automercado por la turba caprilista.
El popular artista Roque Valero y su familia fue víctima este jueves del
odio opositor en un mercado conocido de Caracas, cuando el también
actor Guillermo Dávila conminó a un grupo de personas para que le
gritarán a su esposa y su bebé de 9 meses.
Según su testimonio, Valero se encontraba en Galerías Los Naranjos a Automercados Plaza y el lugar estaba muy lleno “porque sólo abrieron tres cajas para que la gente haga una cola abrumadora”.
“En eso llegó la leche a ese comercio y la colocan en el piso para que la gente se tenga que agachar a recoger la leche, entonces los ánimos estaban caldeados de por si, pero yo no me voy porque reflexioné -por qué tengo que irme si vine a hacer mercado”, comentó al equipo de la web de Ola Bolivariana.
También comento que Dávila estaba haciendo la cola y hablando mal del Gobierno por lo decidió no acercarse para evitar problemas y no tener incidentes con nadie. Cuando estaba afuera tuvo que regresar corriendo pues su esposa y su pequeño hijo estaban siendo botadas del automercado por la turba caprilista.
Valero comentó además que el gerente de la tienda se disculpó por la actitud de Dávila. “No sé que le pasó a Guillermo, se volvió loco”, le dijo el gerente.
Finalmente aclaró que “casualmente”, al salir del mercado estaba una periodista de El Universal y un fotógrafo a quien les dio su testimonio.
Según su testimonio, Valero se encontraba en Galerías Los Naranjos a Automercados Plaza y el lugar estaba muy lleno “porque sólo abrieron tres cajas para que la gente haga una cola abrumadora”.
“En eso llegó la leche a ese comercio y la colocan en el piso para que la gente se tenga que agachar a recoger la leche, entonces los ánimos estaban caldeados de por si, pero yo no me voy porque reflexioné -por qué tengo que irme si vine a hacer mercado”, comentó al equipo de la web de Ola Bolivariana.
También comento que Dávila estaba haciendo la cola y hablando mal del Gobierno por lo decidió no acercarse para evitar problemas y no tener incidentes con nadie. Cuando estaba afuera tuvo que regresar corriendo pues su esposa y su pequeño hijo estaban siendo botadas del automercado por la turba caprilista.
Valero comentó además que el gerente de la tienda se disculpó por la actitud de Dávila. “No sé que le pasó a Guillermo, se volvió loco”, le dijo el gerente.
Finalmente aclaró que “casualmente”, al salir del mercado estaba una periodista de El Universal y un fotógrafo a quien les dio su testimonio.
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