Ver
morir a un hijo es, sin duda, una de las experiencias más duras que
cualquier humano puede enfrentar. Por eso, ver el fallecimiento de la
propia sangre cinco veces al día, debe ser una pesadilla interminable.
Esa es la realidad que enfrenta el matrimonio británico compuesto por Melanie y Simon, dos padres que deben resucitar a su hija cinco veces al día, debido a que la pequeña sufre una misteriosa enfermedad que la hace olvidar respirar.
La bebita Jess Kerr nació con el síndrome Patau, una condición genética que le impide recordar el vital mecanismo.
Sus
padres, pese a saber que la pequeña iba a llegar al mundo con serios
problemas, decidieron tenerla. Los médicos les indicaron que la menor
nacería con un 85% de posibilidades de sobrevivir, según indica el
diario Daily Mail.
Según las estadísticas, los niños que nacen con esta condición rara vez nacen con vida y muy pocos sobreviven varios años.
La bebita Jess ahora tiene un año y sus padres decidieron celebrar con una gran fiesta el milagro de vida intermitente.
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