Elizabeth Joice, de 36 años de edad, tuvo que elegir entre ser madre
o continuar el tratamiento del cáncer de pulmón que podría prolongar su
vida.
Una mujer de Nueva York, llamada
Elizabeth Joice, de 36 años, falleció semanas después de dar a luz tras
renunciar al tratamiento del cáncer que padecía para continuar con su
embarazado y tener un bebé totalmente sano.
Esta madre coraje se enteró de estar
embarazada días después de que le diagnosticaran un cáncer de pulmón y
tuvo que renunciar a curarse para dar la vida a su hija.
Según informa el diario Daily Mail,
Elizabeth y Max, se enteraron de la enfermedad de ella cuando llevaban
dos años saliendo juntos. En un primer momento la reacción de ella fue
dejarse morir, pero cuando su pareja le pidió que se casara con él
decidió que tenía que luchar para curarse.
Un mes después se casaron y Elizabeth fue operada y tratada de su
cáncer de pulmón. Tres años después, ella se quedó embarazada y
recibieron la terrible noticia: el tumor se había reproducido.
Elisabeth fue operada por segunda pero no podía someterse a las
resonancias magnéticas para comprobar el avance del cáncer y tuvo que
renunciar a los tratamientos.
El embarazo siguió adelante y en enero
nació Lily Anne Joice, un bebé completamente sano. Pero el cáncer de
Elizabeth ya se había extendido por todo su cuerpo y tuvo que ser
ingresada.
Elisabeth luchó por mantenerse con vida todo lo que pudo pero falleció dos meses después de que su pequeña llegara al mundo.
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