- Llévala a cenar a un lugar con encanto y a mitad de la cena dile que la esperas en el baño.
- Cuando estéis en casa, acércate a ella, hazle caricias, háblale con palabras cada vez más atrevidas, y ¡¡vete!! Déjala con la miel en los labios, temblando y sea capaz de dejar de hacer que lo que está haciendo para buscarte.
- Asáltala cuando menos se lo espere por detrás y dile: Relájate, y disfruta de lo que viene.
- Mándale mensajitos a lo largo del día, subidos de tono, anticipándole lo que la espera cuando os veáis.
- Dile que prepare la maleta ¡así repentinamente! y llévatela un fin de semana a una cabaña en mitad del campo, sin teléfono, televisión, solos tú y ella.
- Toma las riendas de la situación: dile que hoy es suya y te pertenece, sitio y hora de dónde la esperas y cómo quieres que vaya vestida, eso le hará temblar y volar su imaginación.
- Dile que confié en ti, tápale los ojos, y hazle caricias inusuales: con una pluma, con una seda, con un cubito de hielo, etc….
- Sorpréndela en la ducha sin previo aviso. No le des tiempo a reaccionar.
- Prepararle un baño de agua caliente, decóralo con velitas o
con lo que tengas a mano, pon música romántica de fondo, dale un
masajito para que se vaya relajando y deja que fluya.
- Bésala apasionadamente cuando y donde menos se lo espere.
- En una cena de amigos échale miradas insinuantes y a lo largo de la noche levántate y dile al oído, lo guapa que esta, lo bien que huele, y como la deseas.
- Proponle tener sexo en un lugar prohibido como por ejemplo: en una biblioteca, un museo, su lugar de trabajo, un avión, etc...
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