Fijar un precio a la gasolina entregada hoy sin costo alguno a las
estaciones de servicios, y suministrada a los usuarios por un precio
menor al valor de un caramelo, que ni por decencia muchos motorizados
pagan, podría implicar para Pdvsa y el Ministerio del Poder Popular de
Petróleo y Minería la adopción de planes que van desde cambios de
surtidores hasta innovadoras normas de seguridad.
Los precios actuales de la gasolina se mantienen incólumes desde hace 17 años, lo cual indica lo escaso que han sido los cambios aplicados a la tecnología de funcionamiento de los surtidores desde finales de los años 90. Algunos de los surtidores estaban diseñados para que los usuarios cancelaran el consumo de la gasolina tanto en efectivo como por tarjetas, pero la prolongada estabilidad de los actuales precios determinó que éste último medio de pago cayera en desuso. No se justificaba el empleo de tarjetas para cancelar montos tan pequeños.
De allí que una primera tarea orientada a fijarle precio a la gasolina es instalar surtidores dotados con modernas tecnologías, que permitan el pago de gasolina, fundamentalmente, mediante tarjetas y, en casos excepcionales, en efectivo. Una de las razones que explica y justifica adoptar la tarjeta como medio de pago es que cualquiera sea el precio fijado para gasolina, la cantidad de billetes a pagar por los usuarios sería de difícil manejo para el trabajador de la estación de servicios. Por ejemplo, de ser cualquier cifra entre un bolívar y cuatro bolívares, cuando mínimo recibiría 45 bolívares por el llenado de un tanque de 45 litros. Habría incluso problemas de seguridad para los trabajadores de las estaciones de servicios.
El proceso de cambio de surtidores es una tarea que llevará su tiempo. Los 5,3 millones de vehículos del parque automotor venezolano son atendidos por mil 692 estaciones de servicios, de las cuales apenas 250 son del Estado. Se estima que en todo el territorio nacional existen unos 8 mil 500 surtidores.
Otra acción a tomar sería prestar mayor atención a la demanda de gas para vehículos, el cual es servido por Pdvsa sin costo alguno para el usuario. En Venezuela hay 282 estaciones de servicios dotadas de surtidores de gas. Al fijársele precio a la gasolina se incrementará el consumo de este combustible y habrá mayor demanda por la colocación de este sistema. Al respecto, ya los expertos del ministerio y de Pdvsa preparan el terreno. En el país funcionan 48 talles de conversión que en 2013 atendieron a 230 mil 190 vehículos, los cuales consumieron 69 millones de metros cúbicos.
Los precios actuales de la gasolina se mantienen incólumes desde hace 17 años, lo cual indica lo escaso que han sido los cambios aplicados a la tecnología de funcionamiento de los surtidores desde finales de los años 90. Algunos de los surtidores estaban diseñados para que los usuarios cancelaran el consumo de la gasolina tanto en efectivo como por tarjetas, pero la prolongada estabilidad de los actuales precios determinó que éste último medio de pago cayera en desuso. No se justificaba el empleo de tarjetas para cancelar montos tan pequeños.
De allí que una primera tarea orientada a fijarle precio a la gasolina es instalar surtidores dotados con modernas tecnologías, que permitan el pago de gasolina, fundamentalmente, mediante tarjetas y, en casos excepcionales, en efectivo. Una de las razones que explica y justifica adoptar la tarjeta como medio de pago es que cualquiera sea el precio fijado para gasolina, la cantidad de billetes a pagar por los usuarios sería de difícil manejo para el trabajador de la estación de servicios. Por ejemplo, de ser cualquier cifra entre un bolívar y cuatro bolívares, cuando mínimo recibiría 45 bolívares por el llenado de un tanque de 45 litros. Habría incluso problemas de seguridad para los trabajadores de las estaciones de servicios.
El proceso de cambio de surtidores es una tarea que llevará su tiempo. Los 5,3 millones de vehículos del parque automotor venezolano son atendidos por mil 692 estaciones de servicios, de las cuales apenas 250 son del Estado. Se estima que en todo el territorio nacional existen unos 8 mil 500 surtidores.
Otra acción a tomar sería prestar mayor atención a la demanda de gas para vehículos, el cual es servido por Pdvsa sin costo alguno para el usuario. En Venezuela hay 282 estaciones de servicios dotadas de surtidores de gas. Al fijársele precio a la gasolina se incrementará el consumo de este combustible y habrá mayor demanda por la colocación de este sistema. Al respecto, ya los expertos del ministerio y de Pdvsa preparan el terreno. En el país funcionan 48 talles de conversión que en 2013 atendieron a 230 mil 190 vehículos, los cuales consumieron 69 millones de metros cúbicos.
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Por cada Bs 2 de combustible otorgan hasta 8 de propina
Los trabajadores de las estaciones de servicio reciben como propina
alrededor del 80 por ciento de los desembolsos ejecutados por los
choferes para cancelar el llenado de sus tanques de gasolina.
La cifra fue el resultado de la experiencia realizada por el Medio Periodico Alternativo El Parroquiano, dedicado a la actividad de información digital, en la estación de servicio ubicada al lado del Seguro Social, en la parroquia Antímano.
David Tarazona, miembro del Medio Alternativo El Parroquiano, explicó que con el propósito de registrar de manera fehaciente cuánto otorgan de propina los choferes de vehículos y cuánto reciben los trabajadores, propusieron al dueño de la estación de servicio que dos compañeros de la organización popular sustituyeran a sendos trabajadores de la bomba.
Por motivos de seguridad, el dueño de la estación no permitió que uno de los compañeros cumpliera la tarea de manipular el surtidor, pero sí que realizara la labor de cobrar por el llenado de los tanques de gasolina.
Tarazona afirma que luego de siete horas de labor sacaron las cuentas y se percataron de que apenas habían cobrado por venta de gasolina la cantidad de 160 bolívares, mientras que por propinas la cifra ascendió a 640 bolívares.
“Hicimos el experimento para recoger información netamente periodística”, dijo. “El resultado fue que 80 por ciento de los pagos de los choferes son propinas dejadas por los dueños de autos”, expresó.
Aún cuando la información tiene poco peso estadístico por ser el resultado de una sola estación, tiene relevancia debido a que es la propina entregada a un trabajador de una bomba ubicada en un sector popular, donde el estipendio siempre será menor al recibido por una similar situada en un sector de clase media y media alta.
Incluso, los sectores de la clase media y media alta tienden a emplear autos de mayor tamaño que consumen más combustible, lo cual hace suponer que los desembolsos monetarios son mayores.
Tarazona también recogió la explicación del dueño en torno al porqué en las estaciones de servicios ya no cobran la gasolina a los motorizados. Afirma que para los trabajadores resulta incómodo y costoso, pues consideran que pierden tiempo y resulta engorroso manipular cifras tan pequeñas, sobre las cuales deben dar vueltos en monedas que incluso circulan poco.
Fuente: Ciudad Caracas
La cifra fue el resultado de la experiencia realizada por el Medio Periodico Alternativo El Parroquiano, dedicado a la actividad de información digital, en la estación de servicio ubicada al lado del Seguro Social, en la parroquia Antímano.
David Tarazona, miembro del Medio Alternativo El Parroquiano, explicó que con el propósito de registrar de manera fehaciente cuánto otorgan de propina los choferes de vehículos y cuánto reciben los trabajadores, propusieron al dueño de la estación de servicio que dos compañeros de la organización popular sustituyeran a sendos trabajadores de la bomba.
Por motivos de seguridad, el dueño de la estación no permitió que uno de los compañeros cumpliera la tarea de manipular el surtidor, pero sí que realizara la labor de cobrar por el llenado de los tanques de gasolina.
Tarazona afirma que luego de siete horas de labor sacaron las cuentas y se percataron de que apenas habían cobrado por venta de gasolina la cantidad de 160 bolívares, mientras que por propinas la cifra ascendió a 640 bolívares.
“Hicimos el experimento para recoger información netamente periodística”, dijo. “El resultado fue que 80 por ciento de los pagos de los choferes son propinas dejadas por los dueños de autos”, expresó.
Aún cuando la información tiene poco peso estadístico por ser el resultado de una sola estación, tiene relevancia debido a que es la propina entregada a un trabajador de una bomba ubicada en un sector popular, donde el estipendio siempre será menor al recibido por una similar situada en un sector de clase media y media alta.
Incluso, los sectores de la clase media y media alta tienden a emplear autos de mayor tamaño que consumen más combustible, lo cual hace suponer que los desembolsos monetarios son mayores.
Tarazona también recogió la explicación del dueño en torno al porqué en las estaciones de servicios ya no cobran la gasolina a los motorizados. Afirma que para los trabajadores resulta incómodo y costoso, pues consideran que pierden tiempo y resulta engorroso manipular cifras tan pequeñas, sobre las cuales deben dar vueltos en monedas que incluso circulan poco.
Fuente: Ciudad Caracas
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