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| Jesús Antonio Ramírez Ibarra |
De ocho balazos fue asesinado un oficial agregado de la Policía del
estado Táchira, Politáchira, por una pareja de delincuentes, quienes lo
sorprendieron cuando efectuaba labores de vigilancia a pie en la calle
3, con carrera 4, del sector La Catedral, y luego de matarlo le robaron
su arma de dotación.
El uniformado, quien tenía 26 años en la
institución, fue identificado como Jesús Antonio Ramírez Ibarra, de 47
años de edad, fue sorprendido por dos hombres que le atacaron por la
espalda cuando se encontraba parado en la esquina de la calle 3, justo a
pocos metros de un callejón que conduce al barrio 8 de Diciembre,
pasada la una y media de la tarde de este martes.
Tras dispararle
al oficial, los asesinos revisaron el cadáver y se llevaron una pistola
calibre nueve milímetros, Pietro Beretta, que llevaba el uniformado en
el correaje alrededor de su cintura.
Cometido el crimen, la pareja
de homicidas huyó por el mismo callejón por el que ingresaron al sector
para darle muerte a la víctima.
Minutos antes del ataque, el oficial había estado conversando con
algunas personas de la zona, por lo que no se descarta que los homicidas
le estuvieron vigilando, y aprovecharon un descuido para matarle.
Jesús
Antonio Ramírez, era muy apreciado en el sector por los estudiantes del
Colegio Sanmiguel y de otras instituciones aledañas, pues pese a estar
asignado a la Unidad Integral Disciplinaria de Politáchira, que queda a
pocos metros del sitio donde le dieron muerte, se dedicaba en los
horarios del mediodía y final de cada tarde a resguardar a los niños que
salían de sus instituciones y a dirigir el tráfico automotor, para
evitar que algún infante fuera víctima de un arrollamiento, o de robos
de parte de indigentes y malvivientes que acostumbran a pulular en las
inmediaciones de la calle 3.
Pese a que numerosos uniformados de Politáchira, así como de la
Policía Nacional Bolivariana y Municipal de San Cristóbal acudieron al
sitio para tender un cerco a los homicidas, estos lograron escabullirse
en medio de las ruinas del barrio 8 de Diciembre.
Detectives del
Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Penales y
Criminalísticas, fueron los encargados de colectar varias conchas de
balas calibre nueve milímetros, así como de interrogar a varios testigos
eventuales que vieron a los homicidas en la huida.
“Zona de alta peligrosidad”
Docentes
que laboran en varios institutos educativos, así como vecinos,
aseguraron que pese a que en el sector de La Catedral están asentados
tribunales, entre ellos el de Menores y Ordinarios, no hay suficientes
uniformados destacados en el perímetro, por lo que son recurrentes los
asaltos a estudiantes y representantes.
En ese mismo sector
también existen carencias en cuanto a vigilancia con cámaras de
seguridad, pues en los centros aledaños estos dispositivos están
inoperativos o han sido desarticulados de manera inexplicable.
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