Por tercera vez
consecutiva nuestra República Bolivariana de Venezuela es aplaudida por
los países miembros de la Convención de la UNESCO para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial; convocados desde este
lunes a la Novena Reunión del Comité Intergubernamental en París; donde se ratificó la importancia de la Tradición Oral Mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral como un elemento de alto valor universal en Venezuela que requiere medidas de salvaguardia urgente.
Una Delegación integrada por el cacique
mapoyo, Simón Bastidas y la vocera de la comunidad Carolina Bastidas,
además del equipo del Centro de la Diversidad Cultural, integrado por su
Presidente Benito Irady, María Ismenia Toledo y Rafael Salvatore, junto
al equipo de la Delegación Permanente de la República Bolivariana de
Venezuela ante la UNESCO, encabezada por el Embajador Luis Alberto
Crespo, estuvieron presentes en el segundo día de sesiones que se inició
con el examen de las candidaturas para la inscripción en la Lista de
Patrimonio Cultural Inmaterial que necesitan de medidas de salvaguardia
urgente. La postulación venezolana fue la única inscripción
representativa de la región de América Latina adoptada, por unanimidad,
por los 24 países miembros del Comité.
El pueblo mapoyo, ubicado en la localidad de El Palomo, Municipio Cedeño, Estado Bolívar,
tiene entre sus principales fortalezas culturales, la tradición oral
centenaria que se encuentra simbólica e indisolublemente vinculada a su
territorio ancestral con especial referencia a más de 30 accidentes
geográficos; así lo indica el expediente que presentaron con el
acompañamiento de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural,
adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Cada narración
representa un capitulo de la historia y mitología mapoyo, al tiempo que
delimita, en conjunto, el espacio físico en el cual se desarrolla la
vida cotidiana y la espiritualidad de este pueblo.
El Comité Intergubernamental que examinó
el expediente, una vez determinado que cumplía con los criterios
fundamentales de la Convención, tomó nota con interés de que la
nominación sirve de ejemplo sobre la relación entre cultura y naturaleza,
además, de reconocer los esfuerzos del Estado Venezolano, de la
comunidad mapoyo y de importantes instituciones académicas nacionales en
relación a la salvaguardia del patrimonio vivo de comunidades
indígenas. Asimismo felicitó al Estado venezolano por la presentación de
una candidatura que demuestra la significación que el patrimonio
cultural intangible puede alcanzar como recurso para el desarrollo
sostenible, el dialogo intercultural y la protección de los derechos
humanos.
Una vez aprobada la candidatura, el
Presidente de la sesión, Embajador del Perú ante la UNESCO, Manuel
Rodríguez Cuadros, cedió la palabra a la Delegación venezolana, a nombre
de la cual intervinieron el Presidente del Centro de la Diversidad
Cultural, Benito Irady y la vocera del pueblo indígena mapoyo, Carolina
Bastidas, para agradecer ante la UNESCO la valoración positiva expresada
hacia la candidatura y ratificar el compromiso de lucha para la
salvaguardia de la identidad y el patrimonio inmaterial del pueblo
mapoyo.
La citada candidatura se enmarca dentro de los objetivos estratégicos del Plan de la Patria,
legado del Comandante eterno Hugo Chávez Frías, que alude a la difusión
en el mundo global de las características culturales y de la memoria
histórica del pueblo venezolano. Cabe mencionar que el artículo 99 de
nuestra Constitución Bolivariana reconoce los valores de la cultura como
un bien irrenunciable y un derecho fundamental protegido por el Estado
venezolano. En el mismo espíritu fueron postuladas a la Lista
Representativa de la Convención UNESCO 2003, los Diablos Danzantes de
Corpus Christi de Venezuela (2012) y la Parranda de San Pedro de
Guarenas y Guatire (2013).
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