Los jóvenes fueron tiroteados por uno de los involucrados en el altercado.
Por intentar lidiar en la discusión entre un grupo de mujeres y hombres fueron asesinados los hermanos Esneiker Carballo (28) y Eyner Carballo (26).
El hecho ocurrió a las afueras del edificio Fuerzas Armadas Sur, una obra llevada a cabo por la Misión Vivienda, y ubicada en la avenida Fuerzas Armadas con Puente Hierro.
Diego Carballo, abuelo de las víctimas, dijo que tanto sus nietos como los victimarios vivían en dicha edificación.
Al parecer, uno de los vecinos al ver que los hermanos intentaron calmar los ánimos de la discusión, le entregó un arma a uno de los hombres para que arremetiera en contra de ellos. Ambos recibieron múltiples disparos.
“Tengo entendido que mis nietos siempre discutían con esos sujetos porque fumaban droga en la puerta del edificio y el humo se metía por las ventanas de los apartamentos”, dijo el abuelo, quien añadió que ambos murieron en el sitio.
Esneiker tenía poco tiempo de haberse separado de su esposa y vivía solo. Vendía café en la zona de La Rinconada para sobrevivir.
Por su parte, Eyner vivía con su madre y se dedicaba a la reparación de cocinas. Dejó una hija de tres años.
El hecho ocurrió a las afueras del edificio Fuerzas Armadas Sur, una obra llevada a cabo por la Misión Vivienda, y ubicada en la avenida Fuerzas Armadas con Puente Hierro.
Diego Carballo, abuelo de las víctimas, dijo que tanto sus nietos como los victimarios vivían en dicha edificación.
Al parecer, uno de los vecinos al ver que los hermanos intentaron calmar los ánimos de la discusión, le entregó un arma a uno de los hombres para que arremetiera en contra de ellos. Ambos recibieron múltiples disparos.
“Tengo entendido que mis nietos siempre discutían con esos sujetos porque fumaban droga en la puerta del edificio y el humo se metía por las ventanas de los apartamentos”, dijo el abuelo, quien añadió que ambos murieron en el sitio.
Esneiker tenía poco tiempo de haberse separado de su esposa y vivía solo. Vendía café en la zona de La Rinconada para sobrevivir.
Por su parte, Eyner vivía con su madre y se dedicaba a la reparación de cocinas. Dejó una hija de tres años.
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