miércoles, 27 de mayo de 2015

Cómo pelear con el "hambre por aburrimiento"

Unas de las cosas que más me preguntan es cómo controlar la ansiedad. Y es que muchos relacionan las ganas de comer eternas que nos dan a pesar de tener una dieta saludable. Y le decimos ansiedad porque no sabemos qué nombre ponerle. Yo opino que la ansiedad no se ataca con comida (y ojo que yo soy de las que come todo el día por “ansiosa”) sino que tenemos que atacar la razón que está detrás de la ansiedad, que puede ser tristeza, depresión, angustia, malas relaciones y pare usted de contar.Y muchas otras veces comemos por una razón mas simple: estamos fastidiadas.
Y como dice Lizzie Fuhr en PopsugarFitness, diferenciar entre hambre real y fastidio puede ser todo un problema. Pero si eres de los que cada cierto tiempo va a visitar la nevera para ver si hay algo que puede calmar tus ansias, lee esto:
Tienes que estar al tanto de tus hábitos y reconocerlos. Es decir, muchas veces esa comedera sin razón la hacemos sin tener hambre y por ciertas cosas, como la ansiedad que les dije arriba o a ciertas horas o algunos días de la semana. A mí me da mucha “hambre de fastidio” los domingos, cuando normalmente estoy relajada y sin nada que hacer. Como todo el día. Los días de semana, a pesar que trabajo en la casa, no ando “picoteando” en la cocina. Porque estoy súper ocupada. Pero el reconocer que el fastidio o la falta de actividad de ciertos días es lo que me impulsa a comer, es un avance.
Cuidado con la TV. Bueno, la TV es divertida pero, como está unida a momentos de ocio, puede llevarte a tomar decisiones no tan buenas. Primero, porque está la parte de la relajación, de “no estoy haciendo nada” y si no te estás concentrando en una serie o película, adiós luz que te apagaste y empiezan los paseos a la cocina o peor aún si te llevas al sofá cotufas, chips o cualquier cosa para “monchar”. Y si a esto le sumas los shows de cocina que están ahora literalmente en todas partes (si, hasta en MTV), perdiste la batalla. Qué hacer entonces? Pues replantéate tu tiempo de TV. Puede ser justo el momento para hacer ejercicio, o ve la tele en ciertas horas, digamos, después de comer. Agarra un vaso grande de agua y tenlo cerca y cada vez que tengas la tentación e ir a comer, toma un poco.
Y hablando del agua. Ese hambre sin sentido, pero que sientes real puede ser deshidratación real. Es decir, tu cuerpo diciéndote que debes tomar líquido. Toma un vaso de agua o dos. Espera unos 20 minutos (que pueden ser larguísimos) y verás si de verdad tienes hambre o era puro fastidio.





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