No todos los encuentros son similares y hay varios factores que determinarán cómo nos sentiremos durante la intimidad.
Los encuentros sexuales nunca son
iguales. Aunque pienses que el sexo para ti y tu pareja es casi
rutinario, si te detienes a evaluar mejor la situación verás que no
siempre sientes o piensas lo mismo durante la “acción”.
En
tu vida tendrás varios tipos de sexo en las cuales intervienen aspectos
de tu relación con diferente intensidad. A veces prima el deseo, otras
el romance o también la locura de vivir una aventura intensa y casi
prohibida.
Las
mujeres tenemos que perderle el miedo a descubrir las varias caras del
sexo. Entonces, ¿por qué no te atreves e intentas un tipo diferente cada
vez? Estos son algunos que puedes ir probando.
1. El “rapidito”
Es
ese tipo de sexo que ocurre cuando simplemente no puedes dejar pasar la
oportunidad de hacerlo con tu pareja. ¿Tienes cinco minutos antes de
salir por la mañana? ¿Tus amigos salieron a comprar las provisiones para
la reunión y se quedaron solos? Aunque arriesgado, es uno de los más
entretenidos.
2. El apasionado
Es
aquel donde lo único que quieres es abrazar a tu pareja y comértelo a
besos. Es el tipo de encuentro en donde te das cuenta de verdad que el
chico que tienes al frente te vuelve loca y no has dejado de desearlo
pese a tener muchos años en una relación.
3. El romántico
Así
como está el sexo apasionado, también está aquel donde el deseo es
superado por la ternura. Los besos excitantes son reemplazados por otros
suaves, el desvestirse se convierte en una manera de explorar
sensualmente el cuerpo y lo importante no es el orgasmo sino el
contacto, sentir la piel de tu pareja y enamorarte nuevamente de él como
una adolescente.
4. La primera vez
El
primer encuentro sexual con una pareja es toda una experiencia. No
conoces su cuerpo, sus gustos ni la forma que tendrá de interactuar
contigo en la intimidad y eso es lo que lo hace singular. Es una
combinación de nerviosismo, misterio y ansias por sentir esa conexión
con él.
5. El espontáneo
No
hay nada mejor que el sexo que surge de la nada. Es aquel donde dejas
que tu cuerpo, tu deseo y tus hormonas fluyan libremente y ambos se
dejan llevar por la situación. A veces un simple beso puede ser el
primer paso hacia una noche de intimidad increíble y todo sin un plan
establecido.
6. El especialmente placentero
Es
verdad, el sexo suele ser placentero. Pero no puedes negar que siempre
hay un encuentro que queda en la memoria porque fue aquel día cuando
llegaste al clímax. Es ese encuentro que no tiene comparación y que aún
no logras superar.
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