La sala de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional, en
Caracas, fue el escenario donde Alvarado expuso sus argumentos al
respecto. Espacio en el que también la artista expone una serie de
ilustraciones sobre la ciudad.
ESTÁ “EN NUESTRA SANGRE”
Una sala llena confirmó una de las aseveraciones que Alvarado
expresó: “A la gente le interesa el tema”. Y es que a su juicio, “está
como inscrito en nuestra sangre; lo vivimos cuando niños y todas las
familias tienen una historia”.
En este sentido, alegó que “hay una espiritualidad que nos marca como
caraqueñas y caraqueños”. Expuso que “independientemente del lugar del
que hayamos venido, es una constante esa parte supersticiosa y
religiosa”.
¿EXISTEN LOS FANTASMAS?
Algunos dicen que cuando llegó la luz se acabaron los fantasmas, pero
quién sabe, fue una de las expresiones de Alvarado durante el
conversatorio en la Biblioteca Nacional. Y a sus palabras siguieron los
murmullos de algunas anécdotas en el público.
Alvarado cree que la existencia o no de los fantasmas y aparecidos es
un tema que se debe seguir investigando y estudiando. “Sin duda hay
muchas personas que inventan, pero también hay una parte real, hay
evidencias físicas”, declaró.
Respecto al caso específico de la capital, la investigadora invitó a
visitar el blog Caracas en Retrospectiva. En el portal “hay experiencia
de la gente que participa y habla de los fantasmas que aún aparecen en
la ciudad”.
Al parecer, señaló, “a pesar de que llegó la luz, no se fueron todos
los fantasmas”. Sin embargo, como psicóloga no descarta las preguntas de
la ciencia: “¿son alucinaciones? ¿son problemas perceptivos? o ¿hay una
distorsión de la realidad?”.
No obstante, reconoce que “hay una conexión con estos fenómenos que nos han acompañado siempre”.
SEGUIR INVESTIGANDO
Alvarado indicó que tiene 20 años investigando sobre Caracas y
haciendo ilustración documental. “Busco información, la paso a lápiz, me
ubico en el tiempo y consigo estas vistas que hoy vemos expuestas”.
Cinco años de trabajo le tomo realizar un plano con el que ubicó a
las vecinas y vecinos que vivieron en la Caracas de 1766. Indicó que se
apoyó en un censo que hizo el obispo de entonces.
“Cuando miramos hacia atrás no tenemos referencia porque todo fue
demolido por la picota, pero podemos rescatar esa información. Se trata
de nuestra historia, de la herencia que recibimos”, planteó la
investigadora.
RECUPERAR LA HISTORIA
Danaee Alvarado exhortó a que más personas se sumen al trabajo de
recuperar la historia de la ciudad. “Se necesita mucha gente:
sociólogos, historiadores, arquitectos; yo creo es viable hacerlo”.
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