Las damas marcaban en tascas a las futuras víctimas.
Mujeres esbeltas, atractivas y seductoras (lo que llaman “explotadas”) eran usadas como carnada por la banda de “El Compota” para atraer a los hombres que luego secuestraban, de acuerdo a las investigaciones de los organismos de seguridad.
Alias “El Compota” resultó abatido el viernes durante una Operación de Liberación del Pueblo (OLP) llevada a cabo por una comisión policial mixta desplegada en El Cementerio y sectores vecinos, informó el Ministerio de Interiores y Justicia a través de un comunicado. Nueve cadáveres de abatidos en esa OLP han sido identificados.
“Piel Canela”, “Dulce Princesa” y “La Traviesa” son tres de las mujeres que la banda de “El Compota” tenía en su repertorio para seducir y marcar a sus potenciales víctimas. Estas muchachas entraban en restaurantes, tascas y otros establecimientos de Las Mercedes, Chacao y Bello Campo para captar a las víctimas. Al salir de allí enviaban la información a los cabecillas de la banda, quienes designaban a parejas de jovencitos para secuestrar a las personas.
Eran confinadas en casas de Los Castaños, Los Mangos, 1º de Mayo, Las Quintas y otra ubicada en la Cota 905. Allí entraba en acción el grupo de “Los Perros”, quienes se encargaban de golpear a los plagiados para sacarles información sobre sus bienes. Después venía el “perdonavidas” a negociar con el secuestrado la entrega de cierta cantidad de dinero (en moneda extranjera o criolla) a cambio de su liberación.
Alias “El Compota” resultó abatido el viernes durante una Operación de Liberación del Pueblo (OLP) llevada a cabo por una comisión policial mixta desplegada en El Cementerio y sectores vecinos, informó el Ministerio de Interiores y Justicia a través de un comunicado. Nueve cadáveres de abatidos en esa OLP han sido identificados.
“Piel Canela”, “Dulce Princesa” y “La Traviesa” son tres de las mujeres que la banda de “El Compota” tenía en su repertorio para seducir y marcar a sus potenciales víctimas. Estas muchachas entraban en restaurantes, tascas y otros establecimientos de Las Mercedes, Chacao y Bello Campo para captar a las víctimas. Al salir de allí enviaban la información a los cabecillas de la banda, quienes designaban a parejas de jovencitos para secuestrar a las personas.
Eran confinadas en casas de Los Castaños, Los Mangos, 1º de Mayo, Las Quintas y otra ubicada en la Cota 905. Allí entraba en acción el grupo de “Los Perros”, quienes se encargaban de golpear a los plagiados para sacarles información sobre sus bienes. Después venía el “perdonavidas” a negociar con el secuestrado la entrega de cierta cantidad de dinero (en moneda extranjera o criolla) a cambio de su liberación.
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