Una joven inmigrante mexicana dejó a su
hijo recién nacido, aún con el cordón umbilical, en el pesebre de una
iglesia en Nueva York, asegurando que lo hizo “porque estaría en manos
de Dios”.
La joven de 18 años, prefirió mantener
su nombre en anonimato porque su familia no está al tanto de su
embarazo, asegura que está indecisa sobre si quiere quedarse con su
hijo, que está en manos de la agencia de protección infantil, porque
considera que no está preparada para ser madre.
“Es mi bebé. Todavía estoy pensando si
voy a quedarme con él. Es una posibilidad”, dijo la joven en una
entrevista exclusiva al New York Post al asegurar que “no es una
decisión fácil”.
El bebé que fue hallado el pasado 24 de
noviembre por un empleado en una iglesia en el condado de Queens, ya fue
dado de alta. Quien lo consiguió alertó al sacerdote, un suceso que
conmovió a muchos en la ciudad y le han puesto Jesús, para luego darlo
en adopción.
La inmigrante indicó al periódico
neoyorquino que hace cinco meses llegó de México y que no contó de su
embarazo a su novio porque ya tenía previsto emigrar a Nueva York.
Su tía con quien vive, tampoco sabe los
sucedido con la joven, ni la reconoció en el vídeo presentado a los
medios de comunicación en un intento de la Policía por localizar la
madre del infante.
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Volvió Jesucristo
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