Por su cualidad reflectiva, son ideales para abrir los espacios y para “vestir” las paredes
Vintage, modernos, con marcos ornamentados o sencillos, los espejos
son unos de los accesorios más populares en la decoración. Ya seas
seguidora de la filosofía del Feng-Shui o de los principios de diseño occidentales, hoy compartimos algunos para ubicar espejos en los mejores lugares de tu casa:
Pasillos y esquinas. Estos sitios son, casi siempre,
angostos y poco iluminados, por lo que colocar uno o varios espejos
hará que se vean más amplios. Los cuadrados y rectangulares los puedes
colgar encima de una mesa auxiliar o, si son de formas diferentes, hacer
una pequeña -pero vistosa- galería de pared.
En la sala o comedor. Los expertos recomiendan
situar un espejo medianas o grandes dimensiones en la sala,
específicamente en la pared de fondo o en una lateral. Eso sí, toma en
cuenta la escena que reflejará: si es el paisaje de la ventana, una
bonita obra de arte o lámparas, para que la habitación se llene de luz y
vitalidad.
Reclinados. Si te inclinas más por un estilo
ecléctico y relajado, entonces puedes ubicar espejos al lado de piezas
de mobiliario, como cómodas, bibliotecas o sofás. La clave es que estén
en el piso.
En los vestidores. Además de ser necesario por
cuestiones femeninas -para ver si te ves bien o debes cambiar de
atuendo- los vestidores son, por lo general, áreas “de tránsito” y un
espejo, sea minimalista o veneciano, puede renovar el lugar.
¡Recuerda tener cuidado al trabajar con espejos! Son extremo frágiles y se quiebran fácilmente.
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